Mitos y realidades del cambio de aceite: deshazte de las ideas equivocadas

Mitos y realidades del cambio de aceite: deshazte de las ideas equivocadas

¿Te has planteado alguna vez si estás cambiando el aceite de tu coche con la frecuencia que corresponde, o si las recomendaciones que escuchas son realmente válidas? El mantenimiento del vehículo es fundamental para alargar su vida útil, pero alrededor del cambio de aceite circulan numerosos mitos que pueden generar confusión.

 

En este artículo vamos a ayudarte a desentrañar las principales ideas equivocadas y a conocer las realidades que garantizarán el cuidado óptimo de tu motor. En este artículo encontrarás información veraz, consejos prácticos y recomendaciones basadas en la experiencia. ¡Vamos a ello!

 

Mito 1: El aceite siempre se cambia cada 5.000 kilómetros

Durante años, se ha repetido incesantemente la idea de que, para proteger el motor, es indispensable cambiar el aceite del coche cada 5.000 kilómetros. Sin embargo, esto no siempre es cierto. La realidad es que la frecuencia de cambio depende en gran medida de:

 

  • El tipo de aceite que uses (sintético, semisintético o mineral).
  • El tipo de conducción que realices (trayectos cortos, largos, conducción deportiva, etc.).
  • Las recomendaciones específicas del fabricante de tu coche.
     

Si consultas el manual de tu vehículo, lo más probable es que encuentres un intervalo recomendado entre 10.000 y 15.000 kilómetros para aceites sintéticos o semisintéticos de buena calidad, y algo menor para aceites minerales.

 

Así, no todos los conductores deben ceñirse a la barrera de los 5.000 kilómetros. Eso sí, si tu conducción es muy exigente (trayectos cortos frecuentes, uso en entornos polvorientos, etc.), quizá convenga reducir un poco los intervalos y hacer cambios más frecuentes. Lo mejor es guiarse por los consejos del fabricante y vigilar la calidad del lubricante periódicamente.

 

¿Cómo saber si debes adelantar el cambio de aceite?

Si detectas señales como un color muy oscuro y olor a quemado en el lubricante, un ruido excesivo del motor o un rendimiento anómalo, quizá sea aconsejable adelantar la sustitución. Además, nunca está de más echar un ojo al nivel de aceite periódicamente, ya que un descenso repentino puede indicar una fuga o un consumo excesivo. En estos casos, es mejor prevenir que lamentar.

 

Mito 2: Todos los aceites son iguales

Otro de los mitos más extendidos es creer que cualquier lubricante sirve para cualquier coche. Es muy importante entender que no todos los aceites son idénticos y que cada tipo de motor puede requerir especificaciones distintas. En primer lugar, los aceites se distinguen por su composición: mineral, semisintética o sintética. Cada uno de ellos ofrece distintas ventajas en términos de durabilidad, resistencia a la oxidación y desempeño a temperaturas extremas.

 

Asimismo, existen especificaciones establecidas por organismos como la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE) o la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA), que clasifican los aceites según su viscosidad y rendimiento. No es lo mismo un aceite 5W-30 que uno 10W-40, y es fundamental respetar las indicaciones que el fabricante de tu vehículo indica en el manual. Estas especificaciones están enfocadas a mejorar la eficiencia del motor, la protección de sus componentes y, en última instancia, a evitar averías costosas.

 

El impacto de un aceite inadecuado

Usar un aceite que no cumpla las especificaciones recomendadas puede resultar en un lubricante poco eficaz, que no proteja correctamente las piezas, favorezca la formación de depósitos y acelere el desgaste. A medio y largo plazo, un aceite que no es apropiado para tu motor puede derivar en averías graves, aumento del consumo de combustible e, incluso, pérdida de la garantía del fabricante. Por eso, merece la pena invertir en el aceite adecuado para tu coche y seguir las instrucciones del fabricante de forma minuciosa.

 

Mito 3: El aceite sintético puede dañar los motores antiguos

Algunos aficionados a los vehículos clásicos sostienen que el uso de aceites sintéticos en motores antiguos podría ocasionar fugas y un mayor desgaste. Sin embargo, esto no es cierto en la mayoría de los casos. Si el motor está en buen estado, con sellos y juntas adecuados, un aceite sintético de calidad puede ofrecer incluso mayor protección que uno mineral. La clave es elegir uno con la viscosidad y las aprobaciones específicas para motores de antaño, teniendo en cuenta la posibilidad de compatibilidad con piezas viejas.

En cambio, si el motor tiene fugas o está muy desgastado, es posible que un aceite sintético, al ser más fluido en frío, llegue a filtrarse por juntas deterioradas y se aprecie un mayor consumo de lubricante. De nuevo, lo fundamental es la revisión mecánica y el buen mantenimiento del vehículo, más que el tipo de aceite en sí.

 

Cuándo optar por semisintéticos o minerales en vehículos antiguos

Hay motores antiguos o restaurados cuyos fabricantes recomiendan expresamente el uso de aceites minerales. Además, si el coche está adaptado a un tipo de lubricante tradicional, conviene seguir las indicaciones originales. Sin embargo, en muchos casos los aceites semisintéticos o incluso sintéticos ofrecen niveles de protección superiores. Lo mejor es buscar un equilibrio entre las especificaciones del fabricante y la experiencia de tu mecánico de confianza.

 

Mito 4: Sólo importa el aceite, no el filtro

El filtro de aceite es un componente esencial en el mantenimiento del motor: se encarga de retener las partículas de suciedad y residuos metálicos que se generan por la fricción. A veces se piensa que da igual cuándo cambiar el filtro, o que basta con sustituirlo cada dos o tres cambios de aceite. Sin embargo, esto es un grave error. El filtro obstruido o saturado reduce su capacidad de filtración, lo que favorece la acumulación de impurezas dentro del motor.

 

Cada vez que vayas a realizar el cambio de aceite, aprovecha para cambiar el filtro también. Este componente suele tener un coste bastante asequible, y te ahorrará muchos dolores de cabeza a largo plazo. Recuerda que el buen mantenimiento de tu vehículo pasa por prestar atención a cada detalle del sistema de lubricación.

 

¿Puedo reutilizar filtros de aceite?

En absoluto. Nunca reutilices un filtro de aceite viejo. Por muy limpio que parezca, sus materiales internos pueden estar desgastados y haber perdido la capacidad de retener partículas con eficacia. Un filtro nuevo te asegura el mejor rendimiento y evita obstrucciones que puedan dañar las partes del motor.

 

Mito 5: Cambiar el aceite en un servicio oficial es la única opción fiable

Es cierto que muchos conductores apuestan por llevar su coche al servicio oficial para mantener la garantía o para asegurarse de que se emplean productos recomendados por el fabricante. Sin embargo, también es posible realizar el cambio de aceite en talleres multimarca de confianza o incluso en casa, siempre y cuando se utilicen los recambios adecuados y se respeten los procedimientos correctos.

 

¿Qué necesitas para un cambio de aceite DIY?

Si te decides a hacer el cambio de aceite tú mismo, necesitarás un juego de llaves y herramientas para aflojar el tapón del cárter, un recipiente para recoger el lubricante usado, guantes y los productos apropiados: aceite específico para tu vehículo y el filtro correspondiente. Eso sí, asegúrate de revisar cuidadosamente el manual de tu coche y seguir unas pautas de seguridad: trabaja siempre con el motor frío, utiliza soportes seguros si levantas el coche y desecha el aceite usado en puntos de reciclaje autorizados. En España existen puntos limpios donde se puede depositar de forma segura y gratuita.

 

Mito 6: El aceite sólo se cambia por kilómetros, nunca por tiempo

Un error bastante común consiste en pensar que el aceite solo se degrada cuando el coche rueda y no cuando está parado. Sin embargo, los aceites también tienen fecha de caducidad. Con el paso del tiempo, el lubricante va perdiendo parte de sus aditivos y propiedades, incluso si el vehículo apenas se utiliza. Por eso, en muchas guías de mantenimiento encontrarás indicaciones como “cada 10.000 kilómetros o cada 12 meses, lo que ocurra antes”.

 

Si utilizas poco el coche y tardas varios meses en alcanzar el kilometraje recomendado, no descuides el cambio de aceite. Mantener el motor con lubricante antiguo puede propiciar el asentamiento de depósitos y suciedad. Asegúrate de no sobrepasar el tiempo máximo recomendado.

 

¿Cómo afecta la humedad a la calidad del aceite?

En periodos de inactividad prolongada, es posible que se forme condensación dentro del motor, lo que se traduce en humedad y posibles problemas de corrosión. Un aceite en mal estado no es capaz de proteger debidamente el motor en estas circunstancias. Por ello, aunque tu coche esté mucho tiempo parado, respeta los plazos temporales de sustitución para garantizar la salud del motor.
 

Mito 7: El aceite caro es siempre el mejor

El precio del aceite no siempre es un reflejo exacto de su calidad en relación a tu coche. Lo principal es que cumpla con las especificaciones requeridas por el fabricante del vehículo. Algunas veces, las marcas más reconocidas están respaldadas por años de investigación y desarrollo, lo que puede traducirse en mejores prestaciones, pero no siempre es así.

 

¿Qué buscar antes de comprar?

Lee detenidamente las etiquetas y busca referencias a las normas SAE, ACEA o API correspondientes a tu vehículo. Fíjate en la viscosidad recomendada (por ejemplo, 5W-30, 10W-40) y en las homologaciones que tu coche necesite. Además, no olvides la importancia de acudir a distribuidores de confianza, ya que en el mercado pueden existir falsificaciones de aceites de marcas reconocidas.

 

El cambio de aceite es, sin duda, una de las operaciones de mantenimiento más importantes para alargar la vida útil y garantizar el buen rendimiento de cualquier coche. Sin embargo, rodeando esta práctica se han difundido mitos que generan confusión. Recuerda que cada vehículo lleva un tipo de aceite coche específico y un intervalo de cambio definido por el fabricante, por lo que lo mejor es seguir las indicaciones oficiales y las experiencias de profesionales.

 

Mantén la constancia en tus revisiones, sustituye el filtro de aceite siempre que corresponda y presta atención a los signos de desgaste del motor. Sólo así podrás asegurarte de que tu inversión en el lubricante apropiado merece la pena.

 

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Olvídate de los viejos mitos y opta por la información veraz y profesional. Con un buen aceite y revisiones periódicas, tu motor se mantendrá en plena forma y te regalará muchos kilómetros de disfrute y seguridad tras el volante. ¡Atrévete a desterrar las ideas equivocadas y a cuidar de tu coche de la forma correcta!

Mitos y realidades del cambio de aceite: deshazte de las ideas equivocadas

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