Biden llega a Israel tras el bombardeo a un hospital de Gaza

Biden llega a Israel tras el bombardeo a un hospital de Gaza
Un sanitario junto a los cadáveres tras el ataque al hospital de Al Ahli | EP

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este miércoles a Israel para reunirse con autoridades del país, al haber decidido seguir adelante con este viaje tras la masacre en un hospital de Gaza, cuya responsabilidad niega Israel.


El avión presidencial Air Force One aterrizó sobre las 10.55 (07.55 hora local) en Tel Aviv, donde Biden tiene previsto reunirse con el primer ministro Benjamín Netanyahu y el presidente Isaac Herzog. 

 

Israel negó este miércoles que la masacre de cientos de personas por un bombardeo del hospital Al Ahli en Gaza haya tenido lugar y aseguró que el edificio no está destruido, que no ha sufrido daños graves y que únicamente hubo una explosión de menor envergadura en el aparcamiento adyacente causada por un cohete fallido del grupo gazatí Yihad Islámica.


"La explosión en el hospital Al Ahli se debe a un cohete de Yihad Islámica, cuyo lanzamiento falló. Están inflando las cifras de víctimas. No hubo un impacto directo en el hospital", afirmó en una rueda de prensa el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, Daniel Hagari.


"No hay daños estructurales en el edificio, las paredes están enteras, no hay cráter, no hay daños salvo en el aparcamiento", insistió Hagari, reiterando que no hubo en este lugar ningún ataque del Ejército israelí, "ni por aire, tierra o mar".


Explicó que a las 18.59 (local, 15.59 GMT) se observó el lanzamiento de unos 10 cohetes de Yihad Islámica desde un cementerio cercano al hospital y que uno de ellos, como es frecuente, perdió trayectoria y se precipitó sobre el lugar.


Hagari mostró en la rueda de prensa fotos aéreas del estacionamiento tomadas por un dron israelí tras difundirse la noticia del bombardeo, según explicó. Las imágenes muestran un espacio de unos 20 por 40 metros al lado del hospital, con una veintena de coches aparcados, varios de ellos calcinados, pero solo dos o tres seriamente destruidos.


Explicó que los daños se debían a un incendio provocado no tanto por la cabeza explosiva del cohete, como por el combustible que contiene este proyectil autopropulsado, cuyo depósito debía de estar aún prácticamente lleno al acabar de iniciar el vuelo.


El portavoz agregó que el Ejército ha interceptado además conversaciones entre milicianos de Gaza que se informan mutuamente del impacto, asegurando que se trata de un cohete de Yihad Islámica y que la metralla encontrada en el lugar no corresponde a modelos de misiles israelíes.


Hagari concedió que pudo haber muertos porque "pudo haber gente en el aparcamiento que habían acudido allí por considerarlo un lugar seguro", pero subrayó que Hamás, al difundir la noticia, "infló la cifra de víctimas", si bien rehusó dar estimaciones de un posible número de fallecidos.


Recordó que durante la actual guerra, iniciada hace 12 días tras el asalto de Hamás que mató a unas 1.400 personas en Israel, la gran mayoría de ellas civiles, se han contabilizado 450 cohetes lanzados desde Gaza que, por fallos en su funcionamiento, cayeron dentro del propio enclave.


La prensa israelí ha recogido varios de estos incidentes, recordando que en mayo pasado murieron cuatro personas al caer un proyectil en una zona habitada y en agosto pasado otros dos en un incidente similar.
El hospital Al Ahli, también conocido como Hospital Bautista, está gestionado por la Iglesia Anglicana de Jerusalén, que anoche condenó en un comunicado el "atroz ataque", sin indicar su autoría, que "según primeras informaciones ha causado la pérdida de innumerables vidas". 

 

Por otra parte, el número de muertos en la franja de Gaza, asediada desde hace días y sin electricidad ni agua corriente, supera ya los 3.000, de ellos 853 niños, alertó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, que no ha podido contabilizar todavía las víctimas por el ataque al hospital Al Ahli Arab.


En su actualización diaria sobre el conflicto, la oficina indicó que continúan los bombardeos israelíes por tierra, mar y aire, que en la pasada jornada, antes de que se produjera el ataque a Al Ahli Arab, ya habían causado la muerte de 192 personas.


"Cientos de víctimas adicionales podrían estar atrapadas en los escombros", indicó la oficina de coordinación humanitaria, que teme que los cadáveres puedan causar epidemias y problemas medioambientales.


Naciones Unidas mantiene también en más de un millón el número de desplazados internos en Gaza, de los que unos 352.000 permanecen en escuelas del centro y sur de la franja gestionadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA).


Según recordó la ONU, incluso zonas del sur de Gaza, a las que las autoridades israelíes habían ordenado que fueran los evacuados del norte de la franja, han sufrido ataques, generando tal caos que incluso hay familias que han regresado a zonas más septentrionales.


La franja palestina sufre ya siete días de total falta de electricidad, lo que ha reducido al mínimo las operaciones en muchos hospitales donde "se han suspendido operaciones, se trabaja a oscuras y el uso de los ascensores está limitado", indicó Naciones Unidas, advirtiendo que procedimientos tales como las diálisis o las esterilizaciones pronto tendrán que detenerse.


Cuatro hospitales han tenido que ser evacuados y no operan, mientras que el mayor de la franja, el de Shifa, sigue funcionando gracias al combustible que ha podido llevar desde otras zonas de Gaza la Organización Mundial de la Salud (OMS).


Por otro lado, la falta de agua potable incrementa el consumo desde fuentes no seguras, "lo que aumenta el riesgo de muerte o de enfermedades infecciosas entre la población", señaló el informe diario.


El consumo de agua se ha reducido a unos tres litros diarios por persona y muchos recurren a la de pozos agrícolas, lo que incrementa el riesgo a exposición a pesticidas y otros quíicos, advierte Naciones Unidas.


En Israel, según el documento, la mayoría de las víctimas (unas 1.300) se produjeron en los ataques terroristas del 7 de octubre, en los que se tomaron rehenes de los que al menos 199 están retenidos en Gaza.


Ciudades del sur de Israel próximas a Gaza, como Ashkelon (155.000 habitantes) o Sderot (34.000) han sido evacuadas casi en su totalidad. 

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