El concejal delegado de Mar de Ribeira, Fernando Abraldes, respondió a las críticas relativas a que personas que no participaron en el tramo terrestre de la procesión del Carmen de Castiñeiras o que tampoco asistieron a la misa solemne en honor a la patrona de la gente del mar, se subieron antes al catamarán, dejando a mucha gente sin viajar. El edil indicó que desde la empresa armadora de dicha embarcación le indicaron que se dejó subir antes a miembros de la coral que cantó en el templo, a la chica que puso las flores en el barco para la Virgen y a una mujer con problemas de movilidad, con lo que justificó esa decisión.

También hubo quejas de varios de los asistentes tanto a la misa como al tramo de procesión terrestre y que se quedaron sin ticket para subir al catamarán para hacer el recorrido por un tramo de la ría arousana, por el hecho de que hubo algunas personas que llegaroin pronto al templo y cogieron el ticket que el propio edil empezó a entregar poco después de las diez y media de la mañana del domingo a la entrada de la iglesia y se marcharon sin asistir a la ceremonia religiosa. 

Respecto a eso, Abraldes manifestó que es normal que hubiera gente que se quedase sin entrada ya que estaban limitadas a 120, algunas de las cuales estaban reservadas para las autoridades, y que si la gente coge el ticket y luego se marcha de la iglesia "é algo que non se pode controlar". En ese sentido, varios de los afectados le sugirieron que en próximas ocasiones se repartan las entradas para el catamarán al final de la ceremonia, obligando de esa manera a la gente a ir y quedarse hasta ese momento como criterio de selección, y el concejal aguiñense manifestó que le parece una "boa idea".