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miércoles | 24 abril | 2024
Un hostelero de 56 años, natural de Porto do Son pero que reside en Ribeira, y un empleado del sector servicios en la capital barbanzana, de 48 años, se deberán sentar el próximo jueves, a partir de las once y media de la mañana en el banquillo de los acusados de la sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña. Deberán responder de sendos delitos contra la salud pública, en la modalidad de tráfico de drogas o sustancias que causan grave daño a la salud, por los que la Fiscalía solicita para cada uno de los procesados condenas de3 años y 11 meses de cárcel, lo que supone casi 8 años de prisión, y el pago de 9.500 euros de multa, con responsabilidad subsidiaria de 95 días en caso de impago. E interesó el comiso de los estupefacientes y el dinero incautados.
Los hechos que les atribuye el Ministerio Público tuvieron lugar el 22 de enero del año pasado cuando, en torno a las ocho y diez de la mañana, en el marco de un dispositivo establecido por la comisaría de Ribeira para la prevención del tráfico de drogas en la ciudad. El primero de los ahora procesados, que cuenta con antecedentes penales no computables, se hallaba a bordo de un BMW X1 por el puerto ribeirense y fue interceptado a la altura de un puesto de churros por la Policía Nacional, que halló en su poder 58 bolsitas de cocaína con un peso de 33,2 gramos, sustancias que la Fiscalía sostiene que estaban destinadas a su venta a terceros, alcanzando un valor en el mercado de 2.508 euros de comercializarse por gramos y de 5.590 euros si se distribuyesen por dosis. Además, se le intervinieron 371 euros distribuidos en billetes y monedas.
En su escrito de acusación o de conclusiones provisionales, el Ministerio Público advierte que ese individuo realizaba la distribución y venta de las drogas en connivencia con el otro acusado, que carece de antecedentes penales, siendo su punto de encuentro el lugar de trabajo de este último y en donde, inmediatamente después de haber interceptado al hostelero, fueron halladas en poder de dicho empleado, dentro de una mochila escondida bajo una mesa de su puesto de trabajo, una bolsa de cocaína con 14,93 gramos y un valor de 361 euros en gramos y 243 euros en dosis, y 162,6 gramos de resina de cannabis con un valor de 992 euros en gramos y 806 en dosis. Además, se le incautaron 2.088 euros en billetes y monedas, que la Fiscalía sostiene que procedían de la venta de drogas a terceros, así como diversos útiles relacionados con el tráfico de estupefacientes, como una báscula, sustancia blanca de corte, recortes plásticos y seis terminales de telefonía móvil.
