14º-26º
miércoles | 8 mayo | 2024
Una de las salas de vistas de la sede de los juzgados de Ribeira acogió un juicio contra un vecino de la capital barbanzana que fue acusado de dos delitos de lesiones y otros tantos de amenazas a dos técnicos sanitarios de Urxencias Sanitarias de Galicia-061. La fiscal solicitó para el procesado una multa de 90 euros - un mes de multa a razón de tres euros diarios- por cada delito de lesiones y la misma cantidad por los de amenazas y que indemnice a una de las víctimas con 570 euros y a su compañera con 170 euros por los daños ocasionados. Los denunciantes dejaron al buen criterio del tribunal la pena a imponer al acusado.
Los hechos que se le atribuyen, y que fueron ratificados por los dos denunciantes en el juicio, ocurrieron a la una y cuarto de la madrugada del 12 de marzo del 2022 cuando la central del 061 solicitó los servicios de esos dos técnicos sanitarios para que acudieran a atender a una mujer que sufrió una caída en el interior de un bar de la Avenida García Bayón. Fueron en la ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) y al llegar le proporcionaron asistencia sanitaria a la víctima, que sufría un traumatismo en la cabeza y la inmovilizaron.
Tras introducir a la paciente en la ambulancia, salió al paso de uno de sus técnico el acompañante de la mujer, que presentaba síntomas de encontrarse bajo efectos de bebidas alcohólicas, como el aliento, habla pastosa e hiperactividad, y expresó de forma vehemente que quería entrar en la ambulancia para acompañar a la mujer, pero se le denegó debido al estado que presentaba, además de por las restricciones del protocolo Covid-19. Al no dejarle acceder al vehículo, el acusado empezó a empujar, zarandear y agredir al técnico, propinándole puñetazos y manotazos en el rostro, lo insultó y le dijo que lo iba a matar. El resultado fue que este profesional sufrió multiples lesiones y contusiones por traumatismos.
Debido al alboroto, la técnica sanitaria que estaba dentro de la ambulancia salió de la misma y, al ver lo que pasaba, trató de interceder en auxilio de su compañero, y el agresor la agarró fuertemente del cuello y la zarandeó y empujó, causándole lesiones en el cuello y brazo izquierdo, al tiempo que le decía “por que eres muller, senón mátote”, y la insultó. Ante lo sucedido, requirieron la presencia policial, personándose una dotación de la Policía Nacional y, tras trasladar a la herida al hospital y luego acudieron ellos al centro médico para recibir ellos la asistencia sanitaria que precisaban, luego acudieron a comisaría a presentar la denuncia, acompañada de los partes médicos de lesiones.
El acusado tambiuñen respondiño a las preguntas que le hicieron la fiscal y la jueza, en las que dijo que estaba cenando en un restaurante y reconoció que había tomado varias copas. Respecto a lo ocurrido con los técnicos sanitarios declaró que, al prohibirle entrar en la ambulancia como acompañante, en un primer momento "nos agarramos los dos y nos empujamos" y que luegó "salió la chica del furgón y y me echó la mano a la cara". Esta versión del acusado no suscitó credibilidad por parte de la fiscal, de ahí que mantuviera su petición de condena atendiendo a lo narrado por los denunciantes.
El acusado hizo uso de su último turno de palabra para manifestar que "me asusté" y que "sólo hubo dos empujones" y reconoció que "amenacé al señor". Por su parte, uno de los técnicos sanitarios del 061 expresó en más de una ocasión la preocupación que sienten los profesionales de las ambulancias asistenciales de la comarca expresan su preocupación ya que en el último año tres compañeros fueron agredidos y temen que si no se toman medidas contundentes la situación puede continuar y agravarse. El juicio quedó visto para sentencia.
