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jueves | 25 abril | 2024
Mientras se aguarda a que por parte de la Justicia, así como por el Ayuntamiento y la Sareb, se adopten medidas en relación a la situación de un edificio okupa en la Rúa Xosé Ramón Fernández Barreiro, en pleno casco urbano de Ribeira, la preocupación expresada por los vecinos debido a la conflictividad e incidentes que se registran llegó a las Policías Local y Nacional. Estos dos cuerpos de seguridad han mantenido una nueva reunión, como las que vienen teniendo desde hace un tiempo con carácter semanal, para coordinarse y colaborar en el control de esa zona para tratar que la tranquilidad regrese a este barrio residencial de Abesadas, en donde desde hace casi tres años casi no saben lo que es descansar, ni vivir sin sobresaltos. De igual modo, esos encuentros les permiten preparar operativos conjuntos para realizar controles de alcoholemia y eventos y fiestas, como será el próximo fin de semana en Oleiros.
De hecho, desde que el pasado 19 de agosto se registró un herido con arma blanca, R.B.S., de 41 años, y que supuso la detención del sospechoso, R.L.B., de 57 años, gracias a la entrada y registro autorizada por la jueza en el piso en el que se había atrincherado y desde el que llegó a arrojar agua hirviendo a los agentes, es cada vez más frecuente ver a sus efectivos patrullando por la zona. Sucede al igual que ya pasó cuando el 9 de abril hubo un herido de gravedad, J.L.G.M., de unos 40 años, después de que otro individuo, I.A.S., de 31 años, supuestamente le hubiera golpeado con un objeto contundente en la cabeza, aplastándole el cráneo. De hecho, en cada uno de los turnos de trabajo, ya sean de mañana, tarde o noche, están pasando entre tres y cuatro veces, a los que hay que sumar la gran cantidad de veces en que acuden al lugar a requerimiento de los vecinos al registrarse incidentes. Ello provoca que la comisaría esté realizando esfuerzos para tener dos patrullas en las noches de los fines de semana, pese a los reducidos recursos humanos de que dispone.
En las primeras horas de la madrugada de este sábado, acudieron juntas dos patrullas de la Policía Local y otras tantas de la comisaría hasta tres veces -a las 0.45, a la 1.30 y a las 3.00 horas- tras recibir avisos de residentes en el entorno por fuertes discusiones entre un hombre y una mujer, y cuando llegaron hasta se escuchaban los gritos desde la calle. Fuentes policiales indicaron que esa dedicación diaria a ese punto concreto les está provocando un desgaste, pero insisten en que lo hacen por la tranquilidad vecinal, aunque consideran que deberían adoptarse otras medidas como el desahucio de los inquilinos.
