El secretario encargado del expediente disciplinario con base en el cual fue despedida la empleada pública acusada de apropiarse de más de 20.000 euros del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de Boiro señala que llegó un momento en que “se le estaba escapando absolutamente de las manos” su “modus operandi” y que los pago en efectivo que ella exigía están prohibidos desde 2011.
Así lo declaró en una nueva sesión del juicio que se celebra en la sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña.
El secretario argumentó que existe la posibilidad de que se cometan “errores” en la contabilidad de cuantías que se cobran por este servicio, al disponer de un presupuesto de un millón de euros.
Una de las claves en la declaración de este testigo fue la relativa al pago en efectivo que los usuarios aseguran que hacían, por petición de la acusada. Según varios familiares que declararon en pasadas jornadas, la empleada pública les pidió de forma explícita que hicieran los abonos en mano, en el Concello, y “siempre” o “casi siempre” recibía ella ese dinero.
Sin embargo, ha apuntado que en 2011 “en Boiro se prohibió” esto y “se estableció que se tenía que hacer por transferencia bancaria”. “Mediante decreto de la alcaldía”, ha incidido.