La serie “Operación Marea Negra” contemplará el rodaje de escenas en el entorno de las dunas de Corrubedo

La grabación de la segunda temporada de la miniserie “Operación Marea Negra”, dirigida por Daniel Calparsoro e Igor Legarreta y protogonizada por el actor chileno Jorge López, Manuel Manquiña, Óscar Jaenada, Miguel de Lira, Nerea Barros y Luis Zahera, entre otros, vivió ayer su cuarta jornada en Ribeira, en donde ayer ha trascendido que en próximos días la grabación se realizará en el entorno de las dunas de Corrubedo, uno de lso parajes de mayor encanto de la comarca barbanzana, en particular, y de Galicia, en general.  Está programado que hoy el rodaje se desarrolle en el bar A Galleguiña, por lo que la presencia del equipo de esta producción para Amazon Prime Video se dejará ver aún más por la capital barbanzana.

Ayer, como sucede desde el pasado lunes, fue en Palmeira, concretamente en la iglesia parroquial de San Pedro, al igual que el miércoles, cuando se rodaron las imágenes de la entrada de un éretro al templo, mientras que ayer le correspondió a las de la salida, entre otroas secuencias interiores. En el exterior de la iglesia había un importante despliegue de efectivos y vehículos de traslados de detenidos de las comandancias de A Coruña y Pontevedra de la Guardia Civil, como parte de la figuración, y sólo uno de los uqe llebaban el uniforme del instituto armado no era integrante del cuierpo, sino del elenco de actores. 

Ese despligue de agentes dentrp de la grabación de la miniserie no era para otra cosa que custodiar a los presos por narcotráfico que protagonizan la segunda temporada de dicha producción, después de que en la primera fueran detenidos en la costa gallega con un transporte de más de 3.000 kilos de cocaína en un narcosubmarino. Entre ellos se encuentra Nando, personaje interpretado por el citado Jorge López, y que en las escenas grabadas en miércoles y ayer assite a un funeral, motivo por el que tanto él como sus cómplices son custodiados desde la prisión hasta allí. Tras la salida del ataúd de la iglesia se escuchan unos gritos a la voz de “vamos, vamos” de un agente a sus compañeros, que salen a la carrera en persecución del protagonista que, aparentemente, se da a la fuga.