El Centro de Seguridad Nuclear acaba de aprobar el nuevo mapa, actualizado, del gas radón en España y toda Arousa queda establecida en la Zona II, es decir, de actuación prioritaria. Ya hace años que se vienen descubriendo niveles alto de radón en los municipios bañados por la costa y, especialmente, en zonas con suelo granítico, como Carril. Aunque en el mapa elaborado por la USC otros municipios más de interior de la zona de influencia de la Ría, como Catoira o Cuntis, quedan fuera del “rojo” que domina el mapa radón en Arousa, en el del CSN también se envían a la Zona II.
Esto quiere decir que será obligatoria la medición y el control de la exposición al gas radón en todos los centros de trabajo. Lo que exige la normativa, a este respecto, es que se hagan las analíticas al menos tres meses, entre octubre y mayo, o durante todo el año si no hay periodos vacacionales, para así tener resultados fiables.
Y es que la aprobación de este mapa, que se suma a otros estudios que se realizan en Galicia, llega un año después de que entrara en vigor la obligación general de medir el radón en zonas de riesgos, tal y como establecía el Plan Nacional.
Este gas, inodoro e incoloro, se filtra a través del suelo y se propaga en el aire. No resulta problemático en lugares bien ventilados, pero sí en espacios cerrados, como los hogares y los centros de trabajo y supone un riesgo para la salud.
Y es que la exposición prolongada a este gas provoca un aumento considerable de las posibilidades de tener cáncer de pulmón. La Organización Mundial de la Salud, de hecho, lo considera la segunda causa de esta patología y la primera entre personas no fumadoras.
Las mediciones en los centros de trabajo deberán realizarse tanto en los bajos como en las primera plantas, aunque también se han detectado casos de presencia de radón en pisos superiores, según señalan desde la empresa especializada Molins Construction Solutions.
El cáncer de pulmón es uno de los tres más presentes en el área sanitaria de O Salnés, según los datos ofrecidos por el Sergas, situándose en el tercer puesto tanto en el caso de hombres (donde el primero es el de próstata) como en mujeres (es el de mama el primero), entre las que es el más mortal.
Lo cierto es que en lo que respecta a los municipios de O Salnés, O Barbanza y Ulla-Umia son pocas las zonas que se salen del rojo en el Mapa del Potencial de Radón de Espàña del Consejo Superior Nacional. Son aquellos puntos en los que se detectaron más de 400 becquerelios por metro cúbico. Llama la atención, sin embargo, divisiones como la que se da en el municipio de A Illa, prácticamente partido en dos. En el centro, por ejemplo, el radón no destaca, con niveles por debajo de los 300 becquerelios por metro cúbico, mientras que hacia la zona noroeste, en Con do Forno, ya se encuentra todo teñido de rojo. En Vilanova también hay varias zonas sombreadas en gris (por debajo de los 300), como Cálago, Corón o Caleiro, entre otras, mientras que puntos como A Pantrigueira están en rojo. Más difícil es en Vilagarcía encontrar una zona que no se encuentre entre los más elevados niveles del gas, aunque aparece una franja entre Rubiáns, O Vento y parte de la Avenida Rosalía de Castro, así como Marxión o el barrio de Os Duráns, o calles como la Avenida da Mariña y parte de A Baldosa, que se encontraría dos niveles más abajo del más elevado. Llama la atención que también aparece elevado nivel de radón en la isla de Cortegada. A otro lado de la Ría, en O Barbanza, predomina el rojo en el mapa del CNS, salvándose solo pequeñas zonas en A Pobra y Boiro y una mínima parte en Rianxo, por lo que el radón está muy presente.