“Rianxo ten unha concentración de talentos que en proporción, non supera ningunha outra vila ou cidade galega”. Así de categórico se expresó ayer el escritor compostelano Suso de Toro durante el pregón que pronunció en el Campo de Arriba para inaugurar la Feira do Libro de la localidad rianxeira, en el que habló de Castelao y de su impronta, así como de la importancia de conservar la literatura como memoria. Incluso fue más allá al decir que “non teño ningunha dúbida de que Rianxo finalmente acabará por conmemorar ritualmente tanta literatura que naceu aquí, e entón recoñecerá unha parte da súa alma soñadora. Máis o soño da literatura non é o dos opiáceos, é un soño que fecunda os días da vida”.
De Toro agregó que Rianxo también es tierra de historiadores, como Xesús Santos, Xosé Comoxo, José Antonio Durán, Manuel Dourado Deira y otros, así como de críticos e historiadores de la literatura, como Xosé Luis Axeitos, pero que no puede tanto la historia como la literatura, ya que esta última tiene más fuerza de lo que mucha gente piensa, “pois é capaz a mudar as nosas vidas e a influir na sociedade y de crear mitos, que duran y actúan. E indicó que su libro “Un señor elegante”, en el que investigó la figura desconocida y olvidada de Ramón Baltar, ayuda a que revivan momentos de la vida de la villa rianxeira y que también creó un mito, y deja “una promesa de esperanza”. A su entender, si la gente no sabía nada de él y de su familia se debió a que aquella esperanza de una Galicia libre y próspera fue liquidada por la historia, quedando el miedo y la “vella miseria”.
Previamente intervinieron Cristina Rubal, subdirectora xeral de Bibilotecas e do Libro; el diputado provincial Xurxo Souto; y el alcalde de Rianxo, Adolfo Muiños, que destacó el maridaje que supone la Feira do Libro y la Festa da Xouba, que coinciden este fin de semana, y expresó su deseo de que un rianxeiro reciba “o agasallo de dedicarlle o Día das Letras Galegas”. Celia Alfaya, de Libraría Ben, se refirió a que durante los dos años de pandemia los libros y la literatura tiene poder de sanar, algo que los libreros ya sospechaban: “Un bo libro ben escollido é capaz de cicatrizar a alma de quen lé”, además de levantar el ánimo, enseñar a creer e infundir fuerza en los más débiles, así como una lectura a tiempo puede sanar un corazón roto. y enderezar una mente mal dirigida.