Personal de Correos en Ribeira critica la supresión de dos empleados con el nuevo sistema de reparto

Trabajadores de Correos en Ribeira se concentraron en las escaleras de la fachada del consistorio de la capital barbanzana para protestar contra los cambios organizativos en las zonas de reparto, que trajo como consecuencia más inmediata la supresión de dos puestos de trabajo. Tanto el personal como los representantes sindicales precisaron que ello traerá consigo la pérdida de dos de las zonas existentes, que pasarán a integrarse en otras más amplias, “o que repercutirá negativamente na calidade do servizo postal”, subrayó Xan Xove, delegado sindical de CGT Correos, al que acompañaron de UGT, CCOO, CIG y Sindicato Provincial de Correos.

Los representantes de esos trabajadores señalaron que el modelo de cartería que impone Correos supone un “caos” para sus empleados y para el servicio que prestan. Xove señaló que algunos carteros se quedan sin mesa para organizar sus envíos con motivo de esta experiencia piloto en Ribeira, Carballo y Betanzos y que quieren extender a otras. Añadió que conlleva “una disminución de espacios y personas de las unidades de reparto destinadas al Servicio Postal Universal para dejar paso a la paquetería comercial y rentable económicamente, distribuida por Correos Express y otras empresas filiales a futuro”.

A su juicio, se rompe la ecuación cartero-distrito-servicio público-usuario, que es el eje de una buena prestación a la ciudadanía y de su reconocimiento, al priorizar la rotación y la impersonalización productiva, “con la consiguiente pérdida de calidad del servicio postal público y el deterioro de la imagen de Correos como servicio público”. Damián Nguema, delegado de personal de UGT, considera que este plan estratégico parece más bien un plan organizado de desmantelamiento y desguace del servicio público, tratando de recortar puestos y recursos a todos los niveles. Los trabajadores de Correos en Ribeira que se movilizaron advirtieron que se está sembrando el desconcierto y el desorden en las unidades de reparto, en centros de clasificación, en oficinas, y ello trae consigo un empeoramiento de las condicionales laborales de los empleados y el servicio público que desde hace 300 años presta Correos, especialmente en zonas rurales.