9º-15º
sábado | 27 abril | 2024
La Audiencia de Pontevedra dictará sentencia condenatoria contra Jonathan F.G., cántabro de 24 años que ayer en juicio reconoció los hechos de los que se le acusaba: Haberse hecho pasar por una adolescente en redes sociales para conseguir fotografías de carácter sexual de menores.
El tribunal impondrá la pena solicitada por la Fiscalía, que suma 15 años y medio de prisión, como autor de los delitos de sexting y de elaboración de pornografía infantil.
Se ha considerado probado que contactó con 45 menores a través de plataformas como Tuenti y Skype y ha aceptado tres meses de prisión por cada uno de los delitos por los menores contactados. También será condenado a un año y tres meses de prisión por cada uno de los cuatro delitos de elaboración de pornografía infantil por los cuatro menores que remitieron las fotos que solicitaba.
A estas futuras condenas aún tendrá que sumar otras: Tres meses más por cada uno de seis delitos de sexting y tres meses por el envío de las fotos de una menor, que no fue identificada, que usaba en redes para ocultar su propia identidad.
En todo caso, es posible que se le aplique la conocida doctrina de refundición de penas. Al ser condenado por varios delitos pero en la misma causa, podrá solicitar para el cumplimiento efectivo que se tenga en cuenta el triple de la pena más grave. Como esta es la de la condena de un año y tres meses, esta multiplicada por tres arroja un cómputo de tres años y nueve meses, el tiempo que, previsiblemente, pasará en el penal. En todo caso, el fiscal interesó también que se le mantenga en libertad vigilada durante 66 años y sin contacto con menores, que se someta a un programa de educación sexual y que indemnice a los diez menores identificados con 19.000 euros.
La investigación partió de una denuncia de padres de menores en Meis. Se cree que al menos una decena de víctimas con las que contactó eran residentes en la provincia pontevedresa.
Se tuvo en cuenta la atenuante de confesión y que el futuro condenado colaboró en la investigación, facilitando el registro domiciliario y entregando material informático. Su letrada pidió perdón ayer en nombre del procesado por el daño causado.
