Un vecino de O Grove, Benito Maneiro, acusaba esta semana al Concello por intentar expropiar su terreno anexo al Colegio das Monxas, mediante el empleo de “argumentos febles” y de manera “fraudulenta”. Ante tales declaraciones, el alcalde del municipio, José Cacabelos, no ha tardado en responder, alegando que desde el primer momento en que consiguieron dar con el dueño de la finca, en el 2024, han intentado tramitar la compra del terreno por la vía de la negociación y que el procedimiento fue siempre “seguindo os cauces legais”, según explica el edil.
El gobierno municipal afirma que desde el inicio dejó claras cuales eran sus intenciones al dueño y a la inmobiliaria Ana Porto –responsable de la compraventa–, que era emplear el área para mejorar el acceso al Colegio das Monxas, “un edificio de interese social para os veciños e veciñas do Grove”, explica Cacabelos. El propietario se mostró interesado y mismo declaró a la gestora inmobiliaria que diese prioridad al Concello. No obstante, tras no llegar a un acuerdo por el precio de las instalaciones, las negociaciones quedaron paralizadas.
Según declara el edil, poco después llegó a la administración local una solicitud para formalizar una posible compra del inmueble, acción que llamó la atención pues consideraban que las negociaciones seguían vigentes.
Desde entonces, según lo que ha denunciado Maneiro, el Concello ha estado dificultando la venta del terreno mediante el bloqueo de los trámites administrativos, además de “amedrentar e extorsionar ás persoas implicadas”. Además, el dueño expone que puso la propiedad en venta a través de la inmobiliaria por un valor de 120.000 euros y que recibió una oferta por parte del gobierno local de 30.000, cifra que el alcalde niega que se haya propuesto. “Certo é que declaramos que estábamos lonxe dese precio, pero non falamos de 30.000 euros”, declara Cacabelos.
Compradora de la finca
Por su parte, Patricia Mascato, la compradora oficial del terreno, se ha visto envuelta en la disputa entre el dueño, la inmobiliaria y el Concello, situación que ha paralizado por completo su acceso al inmueble.
Como bien explica, en agosto de 2024, tras que el dueño le traslade que las negociaciones con la administración local no siguen adelante “por estar muy lejos del precio de la inmobiliaria”, ella hace una oferta por la finca que la agencia acepta. De esta forma, las instalaciones pasan a ser de su propiedad.
Sin embargo, cuenta que en el mes de octubre llegó a la inmobiliaria un informe de expropiación y desde esa se ha visto con múltiples trabas. Además, confiesa que ha llegado a reunirse con el alcalde para pedirle explicaciones sobre porqué no se hizo con el terreno antes, a lo que el edil argumentó que desconocía quien era el dueño. Finaliza exponiendo que el asunto lleva paralizado desde el mes de enero.