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sábado | 27 abril | 2024
El Instituto Calasancio Hijos de la Divina Pastora dispone de un plazo de tres meses para legalizar la edificación con fines deportivos de tres plantas construida en Dorrón. La APLU pone fin a la vía administrativa con la resolución del expediente en el que requiere en un plazo de tres meses la presentación de la solicitud de la “oportuna licencia que ampare las obras ejecutadas, previa aprobación del plan especial de infraestructuras y dotaciones correspondiente, manteniéndose la suspensión de las obras y usos en tanto esta no sea otorgada”.
Si transcurrido el plazo de tres meses, el Calasancio no solicitase la licencia o le fuese denegada, el director de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística acordará la demolición de las obras y la reposición de los terrenos a su estado originario. El coste del derribo correrá a cargo del promotor de la obra, es decir, el instituto Calasancio.
En la resolución del expediente el inspector urbanístico, José Carlos Rodríguez, incide en que la edificación realmente ejecutada constituye un equipamiento privada y que la edificación ejeutada tiene un volumen y tipología no asimilables a unas instalaciones básicas de apoyo a una pista deportiva.“Las construcciones e instalaciones para equipamientos y dotaciones públicos o privados constituyen un uso admisible en cualquier categoría de suelo rústico previa aprobación de un plan especial de infraestructuras y dotación”, señala.
La investigación de este edificio dio comienzo hace ya un año con la denuncia de un particular. En un primer informe de inspección urbanística, en octubre de 2016, ya se revelan varias irregularidades como que la parcela catastral no se corresponde con la parcela física o que las obras fueron ejecutadas sin la previa aprobación de un plan especial de infraestructuras y dotaciones ni tampoco consta la autorización autonómica.
La subinspectora urbanística concluye que el proyecto básico y de ejecución modificado de edificio para actividades deportivas visado a finales de 2015 cambia “el proyecto que sirvió de base a la concesión de la licencia urbanística de 2013 aumentando plantas y superficies de la edificación principal”. Fue en noviembre del año pasado cuando el instituto Calasancio de las Hijas de la Divina Pastora presentó ante la Consellería de Medio Ambiente un plan especial para librar de la piqueta la edificación. El documento elaborado por el arquitecto Jose Antonio Sueiro Sueiro busca evitar el derribo parcial o total de la estructura después de que el pasado mes de mayo la APLU incoase un expediente ordenando al Concello reponer la legalidad urbanística en la parcela.
