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domingo | 28 abril | 2024
Las obras de construcción de la senda peatonal en la EP-9101 O Grove-Igrexa de San Vicente, que unirá Campos y Reboredo, dieron comienzo ayer. La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y el alcalde meco, José Antonio Cacabelos, comprobaron “in situ” el inicio de los trabajos. La actuación cuenta con un presupuesto de 552.000 euros, sufragado con fondos provinciales, y un plazo de ejecución de cuatro meses.
El regidor recordó que el Concello “levaba moitos anos demandando a conexión peonil de Campos a Reboredo pasando por Estonllo” y calificó las obras como “unha prioridade deste mandato”. Cacabelos hizo hincapié en que el proyecto representa una demanda histórica, que el vecindario lleva “anos solicitando” y que, tras la apuesta de la Diputación, conectará los ámbitos rurales y permitirá a los vecinos caminar “con seguridade” para poder transitar desde el centro urbano de O Grove hasta puntos como el Museo das Salgadeiras de Moreiras y el Acuario, así como para desplazarse al arenal de As Pipas, entre otras playas. De igual modo, el primer edil aseguró que las obras se integran “noutras moitas actuacións impulsadas con recursos da Deputación en San Vicente”, como la mejora de la movilidad desde el centro de la parroquia hasta la iglesia o la rotonda en la carretera de Balea. “Este era practicamente o único tramo que quedaba sen adaptar: Por iso, e porque se trata dun dos puntos rurais que concentran máis poboación de todo o concello, esta obra ten tanta importancia”, afirmó.
El proyecto de construcción de esta senda, que se llevará a cabo en un tramo de 1.500 metros en la EP-9101 y que busca facilitar el tránsito peatonal entre los núcleos de Campos y A Gandariña, en Reboredo; constará de un ancho mínimo de 2,50 metros, con el fin de garantizar la accesibilidad y seguridad. Un objetivo clave al tratarse de una zona con mucho tránsito, por lo que se colocará un borde de separación entre la acera y el nuevo sendero, reforzando así a aposta do modelo provincial por dar prioridad a los peatones sobre la circulación rodada, según destaca la Diputación.
Asimismo, la actuación incluye la construcción de un muro de 100 metros para la contención de tierras en una de las zonas con mayor desnivel, así como la reconstrucción de tres pequeños tramos en zonas de desmonte. La seguridad se completa con la dotación de tres pasos de peatones sobreelevados y la renovación completa de la señalización. Además se instalará un nuevo drenaje de aguas pluviales y sumideros, así como la canalización del alumbrado público, para facilitar una futura renovación.
Por su parte, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, remarcó este proyecto como “unha demanda da cidadanía do século XXI, que quere moverse e camiñar con seguridade viaria e recuperando o espazo público no marco dun modelo de mobilidade amable, accesible e segura”. Asimismo, destacó que se trata de una actuación “pensada para a xente de aquí, xa que era unha gran demanda veciñal”. Además, avanzó que las obras estarán listas para el mes de junio, antes de la temporada alta turística en el municipio, “xa que se trata dun lugar cun grande atractivo”, finalizó.
