Un calvario de ocho meses, todavía sin final, para conseguir una Risga

Un calvario de ocho meses, todavía sin final, para conseguir una Risga
La usuaria considera necesario reforzar este departamento | cedida

Conseguir una renta de integración social no es tan fácil como algunos populismos se esfuerzan en propagar a los cuatro vientos. A veces, de hecho, es un calvario. Es lo que denuncia una vecina de Cambados que lleva desde febrero esperando una resolución. Un posible error en la tramitación inicial lastró su solicitud, empujándola al limbo del archivo. Reabierta la tramitación del expediente en verano, todavía espera la resolución. Un trámite que debe resolver la Xunta de Galicia, pero que por el camino se ha cobrado también el enfado de la cambadesa por el funcionamiento de los servicios sociales en la localidad.


Todo comenzó en febrero. El día 9 de aquel mes presentó la solicitud de la Renta de Inclusión Social de Galicia (Risga) por registro en el Concello de Cambados.


Los meses fueron pasando con alguna visita más de la solicitante a los servicios sociales. Afirma que también llegó a llamar al Concello para preguntar por el estado de la tramitación del expediente, varias veces, de marzo a julio. Al principio le dijeron que “debo esperar”. Después, que la persona que sabía de su expediente “está de baja”.


Un requerimiento sin atender

Siguió esperando y la cosa se fue a mediados de julio. Fue entonces cuando recibió una llamada indicándole que su solicitud estaba en vía de archivo porque, ya en febrero, a los pocos días de que la presentase, la Xunta había solicitado incorporar un informe social sobre su situación personal. Un requerimiento que no habría sido atendido y que, por carecer de él el expediente, este estaba en vía de archivo. La cambadesa dice que no daba crédito, porque ella, hasta ese mes de julio, no tuvo conocimiento de aquella situación.


Ese día cuenta que acudió al Ayuntamiento y solicitó ver al alcalde, que en ese momento no pudo recibirla, como tampoco el concejal de Servicios Sociales. Sí intervino el edil Xurxo Charlín, a quien la solicitante quiso agradecer además públicamente la ayuda y atención prestada durante estos meses. Finalmente, se presentó el informe que faltaba y la solicitud de la Risga volvió a su cauce. Pero era ya finales de julio.

Llegó septiembre y fue entonces cuando recibió una carta de la Xunta indicándole que necesitaba presentar un certificado de padrón histórico, ya que uno de los requisitos para la concesión de la Risga es llevar al menos seis meses empadronado en el municipio desde el que se solicita. Con todo, la mujer no oculta su enfado por la situación, requiriendo a aquellas alturas tal documentación: “Esto parece de coña”. Cumplimentado de nuevo el trámite advertido, a día de ayer seguía esperando una resolución.


No oculta su enfado por el error que se habría cometido en febrero al no dar trámite al informe solicitado por la Xunta. Algo que, señala, hubiera acortado el tiempo de tramitación. Tampoco esconde sus críticas hacia el funcionamiento de los servicios sociales municipales, “cuando hay funcionario, la trabajadora social está de baja. Y cuando hay trabajadora social, no hay funcionario”, lamenta considerando necesario un mayor refuerzo del área.


“Non está desamparada”

Desde el Concello admiten que aquella tramitación iniciada en febrero no llegó a buen puerto por error y que en julio hubo de solicitarse de nuevo. Eso sí, señalan que es probable que la solicitud de febrero tampoco hubiera podido resolverse favorablemente, ya que, en esos momentos, la solicitante no llevaba empadronada en Cambados los seis meses obligados, al haberse censado en el mes de octubre pasado. En cualquier caso, desde primavera sí se habría cumplido ya ese requisito de padrón.


Desde el Ayuntamiento entienden la frustración y la situación complicada de la mujer, pero recuerdan que resolver sobre una Risga compete a la Xunta y no al Concello. Sea como fuere, aseguran que esta usuaria de servicios sociales “non está desam­parada”. Así, mientras espera la Risga, y también otra larga tramitación para el Ingreso Mínimo Vital, el Concello la ha incluido de alta en otras prestaciones como el plan de alimentos, una ayuda directa o el fondo de emergencia social, con el pago de recibos básicos.

Un calvario de ocho meses, todavía sin final, para conseguir una Risga

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