La Casa do Mar entrará en obras, pero no por la prometida reforma integral: “Parece unha tomadura de pelo”

La Casa do Mar entrará en obras, pero no por la prometida reforma integral: “Parece unha tomadura de pelo”
Vista de la fachada del edificio | gonzalo salgado

El Ministerio de Transportes acaba de contratar una mejoras en las oficinas de la Casa do Mar de Cambados, pero nada que ver con la comprometida reforma integral del edificio y que incluso tiene concedida licencia municipal. El concejal Tino Cordal no ocultaba ayer su malestar porque llevan más de seis años reclamándola, pensando, sobre todo, en la sede del club de jubilados situada en el bajo y que sufre las humedades, filtraciones de agua y hasta la caída del falso techo, en una ocasión, producida por el estado deficiente de las instalaciones.

La propia administración central reconocía en la memoria del proyecto el “gran deterioro” del inmueble que, en sus 40 años de existencia, jamás ha sido sometido a una reforma de calado. Existía el compromiso de empezar las obras el año pasado y desde entonces –junio– cuentan con permiso del Concello, pero nunca empezaban. Cordal, que se viene encargando de esta demanda municipal vigente desde por lo menos 2015, expresó su “malestar” al propio director provincial del ISM porque “levamos moitos anos con isto e sempre era cando chegara o verán”. Y ahora se encuentran con que, lo que va a ejecutar, son unas mejoras en la primera planta para unir las oficinas de la Tesorería General de la Seguridad Social a un local anexo cedido por Fomento porque la superficie para los trabajadores y la atención al público es “escasa” y así ganará en espacio. Los trabajos están adjudicados y tienen un coste de unos 36.00 euros.



“Como veña o inverno”


Según el también primer teniente de alcalde, la excusa es que “houbo problemas co proxecto, pero que están en elo”. No obstante, le parece una “tomadura de pelo” de la que augura consecuencias cuando pase la época estival: “Como veña o inverno ímonos ver na mesma situación de sempre”. Esto es problemas de humedades, carga de agua en las paredes y otras incomodidades que sufren sobre los miembros del Club de Jubilados y Pensionistas cuya sede está en el bajo. El colectivo lleva años quejándose e incluso se le ofreció trasladar el baile y otras actividades a otras dependencias municipales, pero lo que quieren es tener su sede en condiciones y sin peligros, pues en 2015 incluso se desprendió parte del falso techo por esta situación. De hecho, la memoria del proyecto recogía la reforma de las cubiertas y la carpintería exterior de aluminio, así como de los accesos y los sistemas de recogida de pluviales, entre otras actuaciones, valoradas en 280.000 euros. Cabe recordar que aunque el inmueble es de la administración estatal, la gestión de este local es de la Xunta y, de hecho, como solución, el Ayuntamiento incluso había llegado a pedirle la cesión para realizar ellos esta reforma concreta, pero no surtió efecto, hasta que el Estado decidió que ante su mal estado general se procediera a esa reforma que no acaba de llegar.

La Casa do Mar entrará en obras, pero no por la prometida reforma integral: “Parece unha tomadura de pelo”

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