Una cena echa el cierre al geriátrico más controvertido de la comarca

Una cena echa el cierre al geriátrico más controvertido de la comarca
Diario de Arousa-2019-12-01-011-bda885c6

La residencia Valle-Inclán en Vilanova ha cerrado. Lo hace con la salida del gerente, Enrique Martínez, y con la marcha de sus empleados, tras una escalonada reubicación de sus usuarios en otros geriátricos gallegos. Este mismo viernes, la plantilla se despedía del trabajo y de su gerencia con una cena-baile y rubricaba un último comunicado, transcrito en esta misma página. 

Hacía poco más de un mes que desde el centro se negaba el cierre, a pesar de los anuncios en tal sentido que se habían conocido a través de familias afectadas, en las que cundió la confusión. Y mientras la Xunta mantenía públicamente el brazo tendido para intentar dar continuidad al servicio. Estaba dispuesta a ello después de meses de lucha y presiones desde Vilanova, justamente, para que la administración diese opciones a la orden de cierre de hace un año. 

El de este mes fue un último capítulo, a la altura de una larga relación de controversias y conflictos, laborales, administrativos e incluso con una investigación penal abierta en la Fiscalía. Y con una nueva empresa, canadiense con sede en Madrid, que adquiere la residencia pero cuyas intenciones son por ahora desconocidas. Todo parece indicar, pues, que habrá epílogo.                           

Comunicado íntegro de los trabajadores: 

“Hablar de la Residencia Valle Inclán es como hablar de un libro abierto a un sinfín de aventuras y comidillas, un montón de anécdotas e historias, algunas reales y otras tantas ficticias fruto de mentes desbordantes de imaginación y holgazanería, de esas que te hacen reír o incluso a veces llorar de impotencia, pero todas estas historias también están cargadas de momentos muy divertidos y muy felices.

Hablar de la Residencia estos ultimo años, es hablar de con Don. Enrique Martínez, un empresario que se encontró en el año 2013 con una residencia arruinada, llena de deudas y multitud de problemas, y que luchó duramente junto con quien quiso arrimar el hombro para levantarla. Con él al frente se llegó a cuidar a más de un centenar de personas mayores, atendiendo todas sus necesidades, y al mismo tiempo ofreciendo trabajo a más de 50 empleados.

Con mucho esfuerzo, todos y cada uno de los trabajadores, llevamos a cabo una labor de atención, protección y cuidado integral de nuestros mayores, labor encomiable y reconocida desde el punto de vista de muchísimas familias que nos lo agradecieron.

Los trabajadores de la Residencia Valle Inclán, hemos crecido como profesionales y como personas, como compañeros y en muchos casos hemos creado grandes amistades… y nos sentimos muy orgullosos de haber luchado y aguantado contra viento y marea hasta el final, por los residentes, por sus familias y por defender nuestros puestos de trabajo. Todo el equipo de la Residencia Valle Inclán nos despediremos este viernes con una cena – baile hasta la madrugada, porque nos apetece y porque nos lo merecemos.

Por ello, nos gustaría mostrar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que nos apoyaron durante todo este camino, a las familias y a los residentes, a Don Enrique Martínez por su incansable compromiso, tesón y paciencia, y sobre todo a muchos de los que están leyendo esta noticia, porque de una forma u otra, cada día nos dabis la fuerza necesaria para seguir luchando”.

Una cena echa el cierre al geriátrico más controvertido de la comarca

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