Costas obliga a reubicar el kiosko de Areas Gordas y deja en el aire el de Foxos

La normativa de Costas referente a la ordenación de los servicios de playa obligará este verano a reubicar los kioskos ubicados en espacios dunares protegidos. 
El cumplimiento de este reglamento afecta de forma directa al municipio de Sanxenxo, concretamente al arenal de Foxos y Areas Gordas. La Comunidad de Montes de Noalla que se encarga de gestionar estas instalaciones ha tenido que buscar una nueva ubicación para el de Areas Gordas que se desplazará unos diez metros de su situación habitual y gestiona “in extremis” otra para Foxos que debe pasar irremediablemente por un permiso de Patrimonio que ya ha sido solicitado. “A reubicación do chiringuito de Areas Gordas conleva moito lío porque supón un cambio no cableado da luz e da auga, pero o de Foxos depende agora de que Patrimonio nos autorice”, apunta el presidente de la Comunidad de Montes de Noalla, Roberto Garrido. En ambos kioskos trabajan durante la temporada estival dieciséis personas. “É un medio de vida para dezaséis persoas durante tres meses de verán e non vexo ben que se poñan tantas trabas”, señala Garrido.
La normativa también afecta al municipio meco que este año deberá reubicar el chiringuito de la playa de Raeiros y renunciar al de O Carreiro. “Era un aviso que xa nos chegou con tempo e que hai que cumprir a norma”, apunta la edil de Medio Ambiente, Angeles Domínguez que matiza: “non sei se algunha finza privada próxima a O Carreiro instalará o kiosko, pero na praia non vai poder ser”.
Pese a que el decreto que marca esta regulación es de Costas, la Consellería de Medio Ambiente funciona como oficina receptora y encargada de informar a los ayuntamientos del cumplimiento de la norma.
Normativa autonómica 
La Xunta está promoviendo un nuevo decreto que regule las competencias autonómicas en las zonas de servidumbre de protección pública de la costa que tendrá como referencia la normativa estatal. El decreto sustituirá a la del 2005, sobre la que se fueron superponiendo otros decretos y leyes relativos a las zonas marítimo-terrestres que ahora se va a tener en cuenta en el texto. El decreto tendrá implicaciones para todos los que tengan una propiedad al borde del mar, en las llamadas áreas de servidumbre, pero de forma transitiva afecta a cualquier vecino al que le guste disfrutar de los chiringuitos de playa, de una actividad deportiva o de un concierto al borde del mar. En el documento vigente se establece una distancia mínima entre locales de hostelería de 200 metros si son de estructura fija, y de 100 si son desmontables.