El conflicto por la mejora del cementerio de Vilariño escribe un nuevo capítulo. Los críticos con las formas de la asociación que gestiona el proyecto aseguran que han intentado realizar el pago de los 123 euros que calculan le corresponderían a cada propietario una vez restada la subvención del Concello porque “no estamos en contra de la obra y siempre manifestamos nuestro compromiso de pagar, pero lo justo”. Sin embargo, la “cuenta está cerrada y la directiva nos indica que tenemos que pagar todo, los 400 euros”, aseguran.
Esta es la cifra que se pedía como adelanto para pagar al contratista los 69.000 euros del proyecto, ya que la ayuda municipal se abona una vez se haya justificado su realización y, de hecho, ya se dio la primera parte. La promesa era devolver a los vecinos el resto una vez se haya recibido todo el dinero municipal (50.000 euros). Pero esta veintena de propietarios de los 159 muestra desconfianza sobre cómo se hará esta devolución tratándose de una asociación sin ánimo de lucro. Una más de las muchas que le ha generado el proceder de la asociación.
Su presidenta ha dicho mil veces que les convocó por carta, que hubo varias reuniones y que su casa está abierta para quien quiera ver toda la documentación en persona, pero los críticos lo niegan. Afirman que muchos no recibieron nunca comunicación oficial de esos encuentros y algunos que se enteraron y fueron aseguran que ni se enseñó el proyecto, ni la documentación y “ahora sabemos por el informe de Intervención que obra en el expediente del Concello que los terrenos son propiedad del Arzobispado”.
Esto es en cuanto a las instalaciones en general, luego cada nicho es una propiedad en concesión y a estos críticos, como ya publicó este diario, no se le han puesto los remates delante de los panteones por no pagar su parte, lo que consideran un “marcaje social”.
Además, contrataron a una abogada como “persona neutral”, para que le enseñaran a ella la documentación y así zanjar este asunto, pero afirman que no ha respondido a ninguno de los tres burofax que enviaron a la asociación. “Le dimos todas las facilidades”, explican, así que no comprenden porqué no acepta.