O Salnés demostró nuevamente que San Benito es uno de los santos más venerados en la comarca. En Cambados una multitud de devotos volvió a acompañar a la imagen del santo, desde la Praza de Fefiñáns. No faltaron tampoco “papamoscas” de Volandeira y los puestos de rosquillas y de exvotos de cera, que tan tradicionales son en una de las fiestas más veneradas de la capital del albariño.
Una celebración que también se vive con un ambiente especial en Lores, Meaño, que pudo recuperar para en esta ocasión las tradicionales poxas, después de que la alerta por la gripe aviar dejara a San Benito de invierno sin una de las imágenes más tradicionales de la comarca, en el pasado mes de marzo. Así, como ofrenda al santo y gracias a las aportaciones de vecinos en agradecimiento al cumplimiento de los favores de San Benito, se subastaron gallos, kikos, conejos, un cordero y palomas, que tras su adquisición se soltaron en libertad. Una actividad que siempre reúne a cientos de fieles, en una de las celebraciones religiosas más reconocidas del municipio.La parroquia meañesa, además, celebra hoy misas en honor a San Antonio.
En Meis, donde también es festivo local, tampoco faltaron las celebraciones religiosas, con sesión vermú y gran verbena amenizada por la Banda de Ayer y New York, en unos festejos que aún aguardan dos jornadas más, con el broche dominical con la Festa dos Callos.
Por último, San Benito también se vivió en Ulla-Umia, con fiestas en Lantaño, con una intensa programación de actividades y la siempre concurrida procesión religiosa.