La DO pide parar la nueva normativa de la UE de etiquetado: “Será un durísimo golpe”

La DO pide parar la nueva normativa de la UE de etiquetado: “Será un durísimo golpe”
El Capítulo Serenísimo do Albariño nombró ayer a sus nuevos Cabaleiros y Donas y entregó el resto de distinciones en su tradicional acto de Fefiñáns, suspendido dos años por la pandemia | gonzalo salgado

La Festa do Albariño también recuperó ayer sus actos más solemnes, los del Capítulo Serenísimo, en un escenario privilegiado como es el patio de armas del Pazo de Fefiñáns, que presentaba una afluencia mayor de la habitual. Allí desembocó el desfile de más de una veintena de cofradías llegadas desde diferentes partes de España y Portugal, que previamente había llenado la Avenida de Madrid de colorido y de vecinos y visitantes deseosos de volver a ver un espectáculo dos años ausente por la pandemia.


Regresos

No faltó Alberto Núñez Feijóo, que a pesar de haber cambiado sus obligaciones políticas al ámbito estatal, no rompió su promesa y ayer volvió a oficiar como Gran Mestre para nombrar a los nuevos Cabaleiros y Donas. Compartió mesa presidencial con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; el alcalde de Cambados, Samuel Lago, que recuperaba así las relaciones del Concello y la orden albariñense, y el presidente del Consello Regulador de la DO Rías Baixas, Juan Gil de Araújo, que mostró una “enorme alegría” por el regreso de la fiesta cambadesa y repasó la situación del sector.


El también bodeguero anunció que van a encargar un plan director a una consultora internacional con el objetivo de “orientar” la toma de decisiones del sello de calidad, cuyo crecimiento le plantea nuevos retos y desafíos que necesitan una “dirección y estrategia correctas”. Y es que también hay “nubarrones” que les preocupan, reconoció, refiriéndose por ejemplo a políticas de la Unión Europea y a planteamientos políticos “cada vez más agresivos” que incluyen el vino “como grupo de riesgo para la salud sin evidencias científicas”, destacó. Y es que les preocupa especialmente la normativa de etiquetado, pues “si prospera será un durísimo golpe para el sector. Alguien debería pararla”, clamó el presidente.


En sus palabras no faltó el reconocimiento a quienes forman de Rías Baixas, pues su “éxito no es un espejismo, son años de trabajo duro, de una firme aspiración a la más alta calidad y una unidad en la toma de decisiones” que, pidió, no se rompa. Todo esto le ha llevado a “llamar la atención de bodegas de primer nivel internacional”, es más, “somos referente mundial”, destacó. Pero también advirtió que la gestión del éxito es difícil porque, mal llevada, puede tener “costosos errores”.


En su discurso y el del Gran Mestre, no faltó la condena a la “oleada criminal” de los incendios, que impidieron asistir al conselleiro de Medio Rural y Cabaleiro, José González Vázquez.


En los actos hubo este año hubo una mención especial a instituciones y colectivos que estuvieron en la primera línea de lucha contra la pandemia, entregándole la distinción de Albariñenses de Honra a la Brilat, la Guardia Civil, la Policía Nacional, Autonómica y Local, el Consorcio de Bombeiros, Emerxencias 112, Protección Civil, el servicio antiincendios de Medio Rural, el personal sanitario y de Urgencias y el personal de la administración de Saúde Pública e Epidemioloxía por la vacunación.


“Sentidiño, o virus segue aí”

En su nombre habló Concepción Abellás, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina de Emergencias (Semes), quien señaló la “gran alegría” que supone volver a celebrar tras los “duros tempos” vividos, pero también envió un mensaje porque “é a miña obriga: Disfrutemos pero con sentidiño porque o virus segue aí, agardando calquera momento para facer dano”.


El Gran Mestre: “El albariño se bebe para recordar, no para olvidar, y que siga siendo lazo de unión” 

El Gran Mestre del Capítulo, Alberto Núñez Feijóo, manifestó que el albariño “unha bandeira máis que distingue a Galicia, é froito da terra, do sol e da choiva, en consecuencia é froito do traballo e do arte das mulleres e hombres de Galicia”. También reivindicó que este vino tiene, entre otras facultades, la de “alimentar unha memoria compartida”, por lo que, apuntó, “el albariño no se bebe para olvidar, sino para recordar”, manifestó, realizando su habitual cambio del gallego al castellano, como cortesía a los asistentes llegados de otras partes de España.


Para el también presidente del PP la fiesta lleva a beber “en comunidade e activa unha rede social de proximidade, real, non virtual” y realizó una metáfora al comparar algunos factores de la producción del vino con los cambios sociales: “Descorchar una botella que contiene un vino cultivado con impaciencia solo producirá frustración en quien lo pruebe. Ocurre algo similar en los procesos que tienen lugar en las sociedades”.


También tuvo un recuerdo para Manuel Fraga, que fue Gran Mestre durante casi 45 años, y para Cunqueiro, como iniciadores de esta tradición que considera fundamental cuidar. Entre otras cosas porque “o viño é parte da nosa historia da nosa cultura”, explicó. Y una vez más también hizo mención a la “vocación universal” del albariño y a todos deseó que “siga siendo un lazo de unión de los gallegos, es decir, de los españoles”.

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