Los vecinos y visitantes de la isla de A Toxa volvieron a vivir con fervor la procesión de la Virxe do Carme, una tradicional cita que desapareció del calendario religioso de la localidad hace entorno a 60 años.
Una tradición que recuperaron este año cerca de una decena de vecinos de la isla, con la colaboración del Concello de O Grove, y que los primeros registros de su existencia datan del 1910. No obstante, los organizadores advierten, viene para quedarse, por lo que municipio meco contará a partir de ahora con dos procesiones de la patrona de los marineros, el 16 de julio en O Grove y el 15 de agosto, en A Toxa.
La jornada arrancó a las 19 horas con una misa cantada en honor al Carme, por el coro Axupen en la capilla de San Caralampio, desde donde partió la comitiva con las imágenes de la virgen, el Sagrado Corazón y el propio San Caralampio por los jardines de la isla y contó con la presencia de varios políticos de la Corporación meca. Un nuevo paso a la recuperación de las tradiciones de A Toxa, sumado la instalación de la estatua del burro rebozándose en el lodo, en alusión del descubrimiento de sus cualidades termales de la isla.