Un informe constata que la EDAR de O Facho contamina la ría desde 2008

Un informe constata que la EDAR de O Facho contamina la ría desde 2008
Imagen de archivo de la EDAR de O Facho ubicada en la parroquia de Castrelo | gonzalo salgado

El macroproyecto que Augas de Galicia ejecutará para mejorar el saneamiento de Cambados incluye la eliminación de la EDAR de O Facho y la derivación de las aguas residuales a la estación de Tragove, poniendo fin a una infraestructura que no está cumpliendo bien su función desde casi su puesta en marcha, en 2006. De hecho, el organismo concluye que “a día de hoxe, constitúe un punto de verquido con presenza constatada de contaminación no ámbito municipal que causa afectación na zona de producción de moluscos”.

Lo constatan las muestras tomadas en la treintena de inspecciones realizadas entre 2008 y 2018. Así, se detectó de manera frecuente una elevada presencia de contaminación microbiológica e “incumprimentos reiterados” de los límites admisibles en aguas depuradas que son devueltas al mar, y que en este caso se hace a través de una tubería ubicada en la playa de A Pradeira. Pero de los episodios contaminantes en esta zona también son culpables unos alivios del sistema más frecuentes de lo normal, pues esto solo debería activarse por episodios extraordinarios de un caudal elevado y superior al de su capacidad, por ejemplo en épocas de mucha lluvia, cuestión que también sucedió.



Causa principal del problema


Según el proyecto, la incapacidad de la EDAR para realizar un tratamiento adecuado se ha debido “principalmente” a que una empresa de la zona envía caudales con una carga contaminante que “supera muy probablemente” a la carga para la que fue diseñada. La instalación se construyó para residuos fecales domésticos de una población de 500 personas de los lugares de O Facho, Sartaxes y Revolta.

Para apoyar este argumento, la Xunta hace referencia a los resultados de un muestreo realizado en 2013 por el Concello en la arqueta de registro donde la industria se conecta a la red pública. Ya en aquel momento, la administración local y la empresa de mantenimiento de la estación señalaban a la factoría, en medio de un tenso clima social sobre todo entre el sector marisquero que faena en esta zona y espacio natural protegido. Es más, en una limpieza realizada en 2017 se encontraron grasas adheridas a equipos que, al final, fueron reduciendo su eficiencia y que “se deben a la reiterada llegada en el pasado de vertidos de aguas residuales no domésticas”. La legislación señala que las industrias deben realizar pretratamientos de sus residuos antes de enviarlos al sistema general.

En ocasiones, los episodios contaminantes eran visibles “in situ” por los inspectores, que describen aguas supuestamente tratadas con olor a fecales e incluso formaciones de color marrón sobre el arenal. Estas revisiones se realizaron como parte de controles rutinarios y ordinarios de la Xunta, pero también por una denuncia del Seprona en 2013, alertas ciudadanas, comprobaciones de la calidad de las aguas de baño –siempre es insuficiente–, etc. Es por ello que en todo este tiempo se han abierto hasta siete expedientes sancionadores. Dos de ellos al Ayuntamiento, que ya pagó una multa de 5.000 euros.

Según el proyecto, la entrada de aguas industriales se detecta en 2011, pero el historial detallado de las actuaciones de Augas de Galicia revela que ya había contaminación microbiológica en 2008. También queda constancia de que en 2009, y dos veces en 2011, no se pudo realizar una inspección oficial de la estación porque el Concello no disponía de las llaves –todavía era titularidad de la Diputación de Pontevedra–.



A por la solución definitiva


En los últimos años se adoptaron algunas medidas correctoras y la administración local se comprometió a requerir a la empresa. Sobre el resultado de estas llamadas de atención solo consta un informe de 2017 donde se indica que en los últimos meses no se observan vertidos industriales ni con la misma frecuencia, pero hay “pequenos indicios de producirse algún tipo de verquido non asimilable a urbano”. Lo firma la técnica municipal de Medio Ambiente y forma parte de un expediente municipal que marcó un antes y un después. Y es que a partir de 2016, el Ayuntamiento empieza a buscar una solución definitiva. El entonces cuatripartito propone anular la EDAR y derivar las aguas a la de Tragove o Meaño. Además realiza una inversión de algo más de 8.000 euros para cambiar el generador de ozono y realizar una profunda limpieza.

Así las cosas, en 2018 Augas de Galicia inicia los trámites para redactar un proyecto de mejora del saneamiento cambadés como parte de los planes de recuperación de la ría. Tiene una previsión de gasto de 1,7 millones de los cuales, más de 270.000 euros se destinarán a eliminar O Facho y a habilitar un nuevo colector y dos estaciones de bombeo para derivar los residuos a Tragove, que también va a duplicar su capacidad con un proyecto de cinco millones. 

Un informe constata que la EDAR de O Facho contamina la ría desde 2008

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