El ciclo musical Os Xoves de Códax se ha consolidado como una de las citas imprescindibles del verano gallego. Las entradas se agotan en minutos y su propuesta de fusión de estilos y géneros le confiere un atractivo irresistible para reputados artistas, deseosos de salir de su zona de confort. Pero es su parte solidaria –la que originó lo que ahora es un gigante y sin desmerecer el resto–, la “máis satisfactoria” para la cooperativa Bodegas Martín Códax, en palabras de su presidente, Xoán Allegue. Ayer entregó 35.000 euros de la recaudación a cinco entidades benéfico asistenciales y con esta cantidad, ya son más de 220.000 euros los que ha aportado en estos diez años.
Allegue indicó que esto “non é caridade, é xustiza” porque quieren devolver a la sociedad algo de lo que le entrega confiando en la empresa, además de “recoñecer o traballo” de las asociaciones y divulgar su labor, pues dependen en gran parte de aportaciones de empresas y particulares para cubrir necesidades donde las administraciones no llegan.
A este respecto, María Dora Pérez, presidenta del Banco de Alimentos Rías Baixas, hizo un llamamiento: “Somos un pobo –el gallego– moi solidario e pregúntome que sería de nós se non houbera tanta solidariedade destas asociacións e espero que as administracións se dean de conta, que penso non están moi ao tanto do sacrificio que facemos”.
"Antes estaba a costa de xaneiro, agora todos os meses son unha costa para moitas familias"
Explicó que la pandemia marcó un “antes e un despois” y que hay muchas familias en la comarcal con “penurias”. También que el “traballo moi estacional” que hay en esta zona tan turística tampoco ayuda y que si “antes estaba a costa de xaneiro, agora todos os meses son unha costa para moitas”. Hasta el punto de que “así como enchemos as instalacións, nunha semana quedan baleiras” y además, indicó que han asumido la entrega de alimentos en muchos concellos que ya no pueden gestionar bancos de alimentos por falta de medios y la crisis también ha reducido las aportaciones. Así que la donación de Martín Códax “nos vén fenomenal para comprar alimentos. Agora por exemplo non temos leite”, detalló, señalando el próximo inicio del curso escolar y siendo este un alimento base en la dieta de un niño. Al año reparten unos 140.000 kilos de alimentos.
Desde su base en Sanxenxo, trabajan fundamentalmente con personas de O Salnés, aunque también aportan al comedor social de Pontevedra y Marín. La asamblea comarcal de Cruz Vermella para esta zona fue otra de las beneficiarias de Os Xoves de Códax.
Su presidenta, María Jesús Rolán, explicó que destinarán el dinero a su programa de acompañamiento de personas mayores con conversaciones telefónicas, visitas, actividades., etc., las cuales “tienen muchísimas menos ayudas y desde el confinamiento les cuesta mucho más salir y están solos porque no tienen familia o la tienen lejos”. No obstante, también trabajan con personas que viven en la calle, sobre todo en los meses de invierno y con iniciativas que “les ayuden a tomar la decisión de cambiar de estado y abandonen el camino de la exclusión y retomen una vida autónoma”.
La ONG nacional Grandes Amigos también trabaja con mayores que viven una soledad no deseada, aportando acompañamiento afectivo en el domicilio o en residencias y también contribuyendo a la sociabilización en los propios lugares donde viven, según su Responsable de Desarrollo Social en Vigo, Olalla Álvarez.
En Amencer - Aspace, que trabaja en la provincia de Pontevedra para dar respuesta a las necesidades de personas con parálisis cerebral y otros trastornos neuro-motores de diferente grado durante todo su ciclo vital, destinarán el donativo a su servicio de préstamo de productos de apoyo necesarios para el día a día, como puede ser una silla para bañarse y que “son carísimos; muchas familias no pueden afrontarlo”, pues además están detectando que cada vez les cuesta más cubrir necesidades básicas como estas, según su gerente, Mónica Touriño.
"Tu vida es muy fácil y dede repente te ves en un hospital con tu hijo con cáncer, que es una palabra muy fea, y sin saber si va a vivir o no".
Y la quinta entidad es Asanog de ayuda a niños oncológicos de Galicia y que nació de un grupo de padres a los que el destino reunió hace unos años en el Clínico de Santiago en una situación muy complicada: “Tu vida es muy fácil y de repente te ves en un hospital con tu hijo con cáncer, que es una palabra muy fea, y sin saber si va a vivir o no”, explicó su presidente, José María Fernández.
Cuentan con recursos propios para ayudar en temas como el alojamiento en las hospitalizaciones lejos de casa y, como muchas otras, trabajan en red con otras asociaciones, pero también abordan otras cosas porque “a veces, tomarse un café y escuchar, hace mucho”, añadió. Su propósito es “intentar sumar en cosas a las que no puede llegar la sanidad pública”, añadió. l