16º-21º
lunes | 13 mayo | 2024
El Concello de Meis ha contratado el préstamo que permitirá la compra de la finca de Casa Parga para la construcción del nuevo centro de salud. La operación crediticia se ha firmado con Abanca, la entidad bancaria que ofreció mejores condiciones en el concurso que abrió el Ayuntamiento en las últimas semanas.
Con esos 300.000 euros disponibles, el Ayuntamiento ya puede ejecutar la operación de compra. Esta se materializará el próximo martes, ante notario. La representación del Concello está citada para las diez de la mañana en la notaría de O Grove, la que ha designado el decano de zona, en el procedimiento habitual de reparto cuando una de las partes es una administración, como un ayuntamiento. La propietaria de la finca firmará desde otra notaría, al estar desplazada en otra ubicación.
Una vez formalizada la adquisición, el Concello pondrá la parcela a disposición de la Consellería de Sanidade, de cara a la construcción del futuro edificio.
Todo ello si no hay nuevas sorpresas. Por el momento no ha habido nuevas comunicaciones desde la administración autonómica al Ayuntamiento, tras el Pleno del 10 de mayo que, por unanimidad, ratificó en Meis ofrecer esta parcela para el nuevo ambulatorio.
Una votación que se antojó necesaria para zanjar la polémica sobre el ofrecimiento de terrenos, en tanto la opción de Casa Parga, remitida por el gobierno local, había quedado desdibujada ante Sanidade al aprobarse, en un Pleno anterior, una moción popular que pretendía ofrecer una finca en A Rochela. El PP había sumado el voto decisivo del BNG, que apoyaba cualquier opción de suelo, y aquella situación derivó en un cruce de tensas comunicaciones institucionales entre Xunta y Concello sobre qué parcela era la efectivamente válida.
Con todo, Sanidade nunca negó las virtudes técnicas de Casa Parga. Y, una vez recabado el apoyo unánime del Pleno por esta opción y a pocos días de la compra, la elección del suelo parece finalmente encaminada.
Los 300.000 euros del préstamo cubren el precio de compra y también otros gastos asociados, como los costes de registro, notaría y demás. El plazo de amortización será de doce años, los dos primeros de carencia y los diez siguientes para cubrir los pagos.
