Método Guinarte | El cerebro más primitivo aún sirve para cazar, faltas de ortografía

Método Guinarte | El cerebro más primitivo aún sirve para cazar, faltas de ortografía
El profesor José Ramón García Guinarte visitó el CEIP Torre Illa donde aplicaron su sistema SIO | gonzalo salgado

José Ramón García Guinarte es bien conocido en la comarca por ser gerente de la Mancomunidade do Salnés; su faceta como profesor y especialista en programación neurolingüística, su “vocación”, como él mismo dice, es menos conocida, pero sí muy reconocida. Tiene en su haber más de 30 años de experiencia enseñando a educar el cerebro para sacarle el máximo rendimiento y el mejor ejemplo de su exitosa metodología es él mismo: “En mi segunda carrera pasé a estudiar menos que en primero de Bachillerato”, asegura. Pero la verdadera prueba de fuego la ha pasado con la experiencia de decenas de escolares –y cada vez más– que gracias a él están aprendiendo las normas ortográficas de manera más rápida y sencilla que con el método tradicional.


A Cataluña y Andalucía

Colegios de Andalucía, Cataluña y por supuesto Galicia han puesto en práctica su Sistema de Inteligencia Ortográfica (SIO), como el CEIP Torre A Illa, que visitó ayer. Allí les explicó a los niños de cuarto de Primaria cómo funciona la mente y recibió unos preciados collages sobre los 12 personajes que se ha inventado para ponerlo en práctica. “Es tan fácil que los propios profesores se sorprenden de la facilidad con la que los niños son capaces de eliminar las dificultades; no pueden creer lo fácil que lo absorben y de una manera natural y sin esfuerzo. La clave del aprendizaje es que sea fluido, natural”, explica. Todo está en un libro, estructurado en una parte para padres y profesores y otra con la herramienta en sí, con la presentación de esos personajes animados, como el burro Bruno, el gato Guille, el jabalí Juli, por nombrar algunos, y cada uno de los cuales representa una dificultad ortográfica.


Luego se suceden unas láminas a modo de escenas de cómic donde, por ejemplo, aparece Bruno con gafas de buceo, un tiburón, una ballena, un bañador y un bikini y el “niño no tiene que memorizar los conceptos, solo debe observar, porque eso va a generar en la mente unos enlaces neuronales y la siguiente vez que le digan ‘tiburón’, automáticamente, le va a salir esa imagen en su cabeza y recordará a Bruno, que se escribe con b”, detalla el profesor. La publicación contiene 300 conceptos, pero se le pueden añadir más, es un “método vivo”, añade.


García Guinarte se resta méritos indicando que “así es cómo funciona el cerebro” y que únicamente ha investigado hasta encontrar una herramienta facilitadora. Al final, dice, “es buscar estrategias y crear estructuras en el cerebro” y para ello tira de una de sus partes más antiguas: la mente inconsciente, esa que “se ha desarrollado muy poco en los últimos 100.000 años y que está controlada por la parte lógica”. Pero es aquella con gusto por “las cosas vivas, le llaman mucho la atención, y por una sencilla por razón: cualquier cosa viva, la podías cazar o te cazaba a ti”, explica con una sonrisa. Y en el caso de su sistema, lo vivo, son sus vistosos personajes. Además, con un simple cambio de look, valen también para el gallego y el catalán, como ya le han preguntado. “Simplemente es ponerle una vestimenta que asocies con el idioma, como vestirlos del Celta, por ejemplo”, declara.


Ahora para todos

Después del éxito de “SIO: ¡Elimina dificultades ortográficas cada segundo!”, el profesor acaba de publicar “Sistema de Inteligencia Numérica (SIN)”, que desarrolla y simplifica el Método Alfanumérico del gran matemático Pierre Herigon (siglo XVII) para popularizar su uso, pues sigue vigente pero está reservado para grandes campeones de la memorización.


Explica que permite facilitar el procesamiento de datos numéricos en forma de imágenes, activando la comunicación entre ambos hemisferios del cerebro: “Este pensamiento cruzado genera toda una nueva red neuronal que conecta ambas partes, con dos funciones totalmente diferentes, y esto ayuda además al desarrollo de la inteligencia, la velocidad de pensamiento…”. En definitiva, al desarrollo de las inteligencias múltiples.


Y todo surgió porque, aunque García Guinarte siempre ha sido buen estudiante, tenía un compañero que era un “crack” y un día se adentró en la biblioteca para escudriñar qué pasaba en su cerebro que no sucediera en el suyo. Casualidades de la vida, se encontró con que el investigador inglés Tony Buzan había vivido exactamente lo mismo, pero a él, en la biblioteca le dieron un libro de anatomía, y así surgió la primera obra de la que bebió el docente pontevedrés, que no dejará de aprender “hasta que me muera. Nunca se debe perder el gusto por aprender”, sentencia.

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