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lunes | 13 mayo | 2024
Apenas quince stands de la Multisectorial de Portonovo resisten la recta final de septiembre, algunos hace ya más de dos semanas que echaron el cierre y se marcharon a otras ferias. “Aquí en septiembre después de la concentración de motos no se queda nadie”, se queja uno de los expositores de la feria de Baltar.
Y es que las cuentas no le salen a muchos de los que han elegido esta cita como principal fuente de ingresos este verano y aseguran que se marchan a otras ferias para lograr compensar las pérdidas. “Empezamos a principios de agosto y en mes y medio hemos tenido que ganar para pagar el stand y para vivir. Ha sido una auténtica ruina”, señala. Cabe recordar que los precios de las casetas se movieron en la horquilla de entre 3.000 y 6.500 euros y que pese a que la cita dio comienzo con más de un mes de retraso de lo habitual no se aplicó ningún tipo de descuento.
El panorama de la feria es ya a 22 de septiembre desolador, quince casetas abiertas, algunas atendidas por una sola persona. “Nos turnamos porque a lo mejor en un día haces diez euros. No viene nadie ya. No quedan turistas”, señala un artesano.
El Concello de Sanxenxo ya ha ordenado a la concesionaria de la cita que comience a retirar las casetas ya sin uso y a reubicar a los expositores que todavía seguirán hasta el 30 de septiembre en una misma zona. Algunas de las casetas nunca han estado ocupadas y los expositores se quejan de la mala imagen que eso produce en los visitantes. “Hay gente que cree que está ya cerrada la feria y tienen que acercarse para ver que alguno todavía queda”, apunta otro artesano.
Tampoco ven con buenos ojos los expositores que llevan años en la Multisectorial de Portonovo que la cita se abra a otro tipo de negocios de hostelería. “Algunos llevamos aquí quince años y luchando por una imagen de este feria multisectorial y para que fuese una referencia. No se pueden mezclar una cosa con otra”, advierten.
La Multisectorial de Portonovo echará de forma efectiva el cierre el próximo 30 de septiembre con un sabor amargo para muchos expositores porque no ha cumplido sus expectativas económicas pero también por los problemas generados en el concurso de los stands y del propio montaje de las carpas que ha llegado incluso al juzgado por parte de alguna empresa licitadora. l
