Una nueva protectora llega a la parroquia de Castrelo gracias a un grupo de familias

Una nueva protectora llega a la parroquia de Castrelo gracias a un grupo de familias
Un momento de la procesión celebrada el sábado ante la llegada de este nuevo miembro de la iglesia de Castrelo | cedida

La Virgen de Fátima se sumó este fin de semana a los protectores de la iglesia de Santa Cruz de Castrelo. Entre sus tallas no figuraba la dedicada a esta popular advocación de la Virgen María, pero como el párroco, Manuel Cachaldora, es un gran devoto y siempre tiene presente su ejemplo en sus homilías y sermones, un grupo de seis familias se pusieron manos a la obra. El propio cura explica que lo hicieron todo con gran secreto para darle una sorpresa y relata el periplo que hicieron a Portugal para conseguirla. De hecho, es una réplica de la obra utilizada en las procesiones del santuario luso de algo más de un metro de altura y para Cachaldora es de las más bonitas porque incluye a los tres pastorcillos.



Fiesta de recepción



Su llegada fue motivo de fiesta en la parroquia con grupo de gaitas incluido. La procesión y la bendición de la talla tuvo lugar el pasado sábado con una importante asistencia de feligreses y posteriormente, esas mismas familias, que además son voluntarios de la delegación de Cáritas, ofrecieron un ágape en la huerta de la rectoral. “Me emocionó mucho porque se acogió con mucha devoción”, rememora el párroco.

Cachaldora reconoce que vivió con emoción añadida esta nueva incorporación porque era la única de sus cuatro parroquias en la que no había culto a la Virgen de Fátima a pesar de que es una de las más populares y, de hecho, reconoce que le extrañaba esta ausencia. Pero también porque se define como un “gran devoto” de la misma, ya que le ha concedido “varias gracias, y además cree que ha calado hondo la historia que ha contado en más de una ocasión sobre una niña, que hoy ya es una mujer de avanzada edad. Cuenta el párroco, que con 10 años se movía en silla de ruedas y sin esperanza médica, pero acudió a la procesión del Santísimo Sacramento del Santuario de Fátima e iba repitiendo “Jesús, si no me curas se lo diré a tu madre y se curó. Aún vive, en Pamplona, creo”, indica el párroco.

La talla donada por estos fieles cambadeses ya ocupa el lugar elegido en el lateral de la iglesia y se suma a la vocación existente en otros templos de la comarca y especialmente a los otro tres que gestiona Cachaldora además de Santa Cruz: Barrantes, Sisán y Padrenda. 

Una nueva protectora llega a la parroquia de Castrelo gracias a un grupo de familias

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