La pinza BNG-PP podría expulsar a Marta Giráldez de la presidencia que acaba de asumir al frente del campo de golf

La pinza BNG-PP podría expulsar a Marta Giráldez de la presidencia que acaba de asumir al  frente del campo de golf
La Corporación municipal, en el medio de un debate en la sesión an javascript:bp.win.open(‘estaticas’); terior | gonzalo salgado

Muchas cosas inéditas se suceden en Meis en cosa de semanas. La última, una vuelta de tuerca más a la reciente polémica en la cúpula de la Fundación Pública Monte Castrove, que gestiona el campo de golf de A Armenteira. La alcaldesa, Marta Giráldez, asumía esta semana la presidencia, al comunicar en el mismo acto la dimisión del cargo del también concejal socialista José Ramón Vidal Juviño. Con todo, el ascenso de Giráldez, aún caliente, se tambalea ahora a raíz de lo ocurrido en el Pleno municipal en la noche del viernes.


El BNG presentó la moción que pedía la dimisión de Vidal Juviño, movimiento al que se había adelantado el gobierno local con el relevo ya ejecutado, confiando en cortar así la polémica. No lo consiguió. El nacionalista Xoán Manuel Vázquez afeó ese comportamiento del grupo de gobierno y puso patas arriba la situación en un instante. Aseguró que hubiera dado el apoyo a Giráldez para esa presidencia en la Fundación, si la alcaldesa lo hubiera propuesto y anunciado en el Pleno. Pero el hecho de enterase por la prensa y a toro pasado, terminó empujando al grupo nacionalista a llevar la cuestión al límite: Exigiendo que el nombramiento del nuevo presidente salga del Pleno municipal.


Para terminar la jugada, avanzó que ahora no apoyará Giráldez para ese puesto, anunciando, acto seguido, que él mismo se postula como candidato para la presidencia de la Fundación Monte Castrove.


Aliado en el PP

El BNG encontró en el PP, de nuevo, un aliado. El grupo del exalcalde, José Luis Pérez Estévez, apoyó la moción nacionalista. Y el gobierno socialista en minoría se quedó sin opciones. Los seis “sí” de BNG y PP tumbaron los cinco “no” del PSOE. Y se consumó, también de nuevo, que la voluntad del Pleno difería del camino emprendido por el gobierno municipal.


Si el ejecutivo de Giráldez había resuelto que ella fuera la nueva presidenta de la Fundación, el acuerdo mayoritario de la Corporación dictaba ahora que eso no valía. Y que había que votar, para elegir a la persona que ocuparía efectivamente la presidencia.

La moción prosperó, pero no estaba claro si, aprobado que el Pleno debía elegir presidente, tenía que ser esa misma sesión la que votase tal cuestión. El BNG insistió para el sí, con su portavoz deseoso de votar allí mismo. La alcaldesa dudó de si era posible y pidió la opinión de la secretaria, que tampoco lo veía con claridad. Al final, el rumbo se decantó por lo que parecía más prudente: Dejar la votación para otra sesión, ya que esto no estaba incluido en el orden del día del viernes.


Y, además, la cuestión de si compete o no al Pleno de Meis esta votación no está ni mucho menos clara, lo que enzarzó a los grupos en otro largo debate. El BNG leyó un texto normativo en el que se indica que los representantes de los ayuntamientos en entidades supramunicipales deben salir de una votación plenaria. Pero desde el gobierno se duda de que la Fundación sea una entidad equiparable a esas. Giráldez, de hecho, retó a cualquiera de los presentes a exhibir una sola acta que, durante los veinte años del anterior gobierno, reflejase una votación en Pleno para elegir presidente de la Fundación Monte Castrove. Porque no la hay. Así lo reconoció el propio exalcalde. Y nadie negó lo evidente: Que la presidencia de la Fundación correspondió siempre a la persona en la Alcaldía. Hasta que Giráldez, en 2019, delegó esta atribución de su cargo en favor del concejal Vidal Juviño. Una delegación que sí tuvo que ir a Pleno y que la regidora confiaba ahora en avocar para sí sin más, pero que, a la vista está, se le ha complicado.


Vidal Juviño terció en la polémica arrojando otra cuestión no menor: Que la Fundación tiene sus propios estatutos y, en ellos, figura que el alcalde o alcaldesa de Meis es miembro de pleno derecho de la Fundación Monte Castrove. Algo que, entienden, bastaría para asegurar la presidencia en favor de Giráldez.


La cosa coleará, porque el BNG ya anunció que no van a quedarse quietos en esto. Y porque, además, la moción que auparon BNG y PP contempla también que el Concello de Meis ampare la subida salarial que reclaman los trabajadores del campo de golf. Una cuestión a la que el gobierno local no se opone pero que, recuerdan, es competencia del patronato de la Fundación, no del Pleno municipal.


El debate se caldea en la política de Meis, metida de llena en la recta hacia las municipales.

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