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martes | 23 abril | 2024
La Estación Marítima de Vilanova de Arousa se vistió de gala en el día grande de la Festa do Mexillón e do Berberecho para la lectura del pregón, a cargo de Íñigo de la Cuadra Salcedo, y para la entrega de los galardones del Mexillón de Ouro, que recayeron en los responsables de los albergues de peregrinos del municipio.
El acto, que congregó a cientos de personas, giró alrededor de la promoción y el impulso que ha supuesto para el municipio el Camino de Santiago y su relación con los protagonistas del día, aún mayor en pleno Xacobeo 2021-22.
El director de la Ruta Quetzal, Íñigo de la Cuadra, destacó en el pregón la experiencia que han vivido 156 jóvenes de toda España tras realizar la expedición de la Traslatio del Apóstol Santiago, haciendo el mismo recorrido por tierras gallegas. “Después de dos años de pandemia queríamos conmemorar ese fenómeno increíble que es el Camino de Santiago. La mejor manera era haciendo la ruta”, señaló.
El pregonero también exaltó el producto estrella de las fiestas, al manifestar que “lo que llaman el oro negro son esas 3.500 bateas que hay en Vilanova en las que se cultiva el mejillón de Galicia. Es el tercer puerto del mundo en descarga y el primero de Europa en producción”. De la Cuadra indicó que en la Ruta Quetzal siempre se pone en valor la etnogastronomía, por lo que “es muy importante que los jóvenes hayan conocido esa tradición ancestral de Vilanova”. De esta manera, destacó la “unión” que se produce en Vilanova entre el mejillón, el berberecho y el Camino, algo que “tiene que conocer el mundo”.
Al finalizar su discurso, el alcalde, Gonzalo Durán, le sorprendió al anunciar que iba a ser uno de los distinguidos con el Mexillón de Ouro porque “ha tenido un papel muy importante en la promoción turística de Mar de Santiago y de Vilanova. Se merece de sobra este galardón”. El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, fue el encargado de entregárselo.
A continuación, se produjo la imposición de las distinciones a los propietarios de los albergues de peregrinos del municipio. Durán explicó que “con el Mexillón queremos enaltecer a personas de nuestro pueblo que se esfuerzan en alguna labor. Los que se lo están currando más este año son los dueños de los albergues”.
El regidor añadió que “necesitábamos a alguien que llevase el albergue público. Ellos tenían su propio negocio y les pedimos que de forma conjunta y desinteresada lo gestionaran. Esa visión de futuro y entender que la llegada de peregrinos es bueno para todos les llevó a hacerse cargo y se lo vamos a agradecer”.
La primera en subir al escenario fue Ángeles Abalo, de A Corticela, que recibió la insignia de manos del teniente alcalde, Javier Tourís. Durán destacó que “vio que nuestro albergue no daba abasto y puso en marcha uno privado” en 2019, por lo que también resaltó su “coraje” para salir adelante en la pandemia.
A continuación, fue el turno de José Francisco Navia, de A Salazón, que fue el primero en regentar un albergue privado en Vilanova. El alcalde aseguró que “lo lleva muy bien, las críticas son estupendas y ayudó a promocionar Vilanova”. El regidor de Valga, José María Bello le hizo entrega del galardón.
El último homenajeado fue Víctor Manuel Abal, que se ha dedicado desde hace tiempo a actividades relacionadas con el Camino y el turismo. Abal puso en marcha el Chiquitren y lanzó un servicio de transporte de mochilas. “Le queda volver atrás en el tiempo y subir el cuerpo del Apóstol”, ironizó Durán. El alcalde de Ribadumia, David Castro, le entregó la distinción.
La mañana estuvo animada por la charanga Mekánika y por la noche Roi Casal puso el broche musical a tres días de exaltación del mejillón y el berberecho.
