Lejos quedaron años de esplendor cuando la Casa Torre de Escuredo era una de las mejores edificaciones de O Grove. Ahora, tras más de 30 años de lucha por parte de la familia Conde Escuredo para rehabilitar la vivienda y los numerosos obstáculos con los que se toparon, especialmente del Concello de O Grove, la única vía para poner un poco de “coherencia” en este proceso es la justicia.
Así lo consideran desde la familia, que para explicar todo este tedioso periplo ha elaborado una exposición en la que en 18 paneles repletos de documentación administrativa, información y recortes de prensa, aclaran lo que sucede con este emblemático inmueble y su terreno en la calle Luis A. Mestre. La muestra puede verse hasta este sábado en la Galería Besada de la rúa da Praza 31, aunque dado su éxito atrayendo a numeroso público, no se descarta ampliarla algunos días más. Mientras tanto la familia convoca para este viernes a las 19:30 horas un coloquio/debate en la galería en el que contarán con la presencia del historiador Anton Mascato, el arquitecto Fernando Blanco y el abogado urbanista Javier Calvo, para responder todas las dudas existentes entre los vecinos interesados en conocer a fondo el por qué se encuentra la vivienda en este estado de ruina.
A grandes rasgos, la historia de la Torre de Escuredo se resume en “33 años de lucha injusta”, durante los cuales, aseguran los Conde Escuredo, intentaron salvar su casa solos y sin el respaldo de los gobiernos que han pasado por el Concello durante estos años y que poco o nada han hecho. “La casa ha sido destruida por el Concello. Antes no interesaba el patrimonio”, apunta la familia.
Fue en los años 90, con la alcaldesa Lina Bernárdez en el gobierno representando a Alianza Popular, cuando empezó la decadencia de esta casa modernista con el derribo de la famosa Torre de Lores, permitiendo la construcción en su lugar de un enorme edificio de seis plantas, en vez de las dos autorizadas, y que condenó a la ruina al inmueble de los Escuredo. Al igual que el esqueleto abandonado que afea la parte posterior de la finca.
Según consta en la documentación expuesta por la familia, un arquitecto emitió un informe en el que se reflejaba que las excavaciones para la construcción del monstruoso edificio dañaron la estructura de la vivienda, provocando grandes grietas y avisando de que podía llegar al desplome si no se hacía una reparación inmediata. La casa quedó inhabitable, y los Escuredo se vieron “obligados” a desalojar. Para poder recuperar el edificio, la familia tuvo que realizar numerosos trámites para intentar conseguir los permisos, tarea más que difícil al tratarse de un inmueble protegido en el catálogo de castillos de España desde 1949 y BIC desde el 1994, y además, toda la calle está protegida por Patrimonio, entrando ya en juego las Normas Subsidiarias y el dilatado PXOM.
De este modo, nada podían hacer, por lo que solicitaron que se retirase la catalogación de BIC, que llegó el 2021, y mientras tanto, trabajaron en un estudio de detalle y un convenio con el Concello por el año 2009, con el socialista José Cacabelos en la alcaldía y Carlos Besada en su etapa de teniente de alcalde por el BNG en el cuatripartito, en el que se acordaba la rehabilitación de la vivienda para uso municipal, así como la construcción de un aparcamiento subterráneo y zona verde pública. Finalmente no salió adelante y seis años después, en 2015, la familia decide colgar el cartel de “se vende” haciendo que el alcalde José Cacabelos, de nuevo en el poder, llamase a la familia para retomar las negociaciones. Otra vez, lamentan los Escuredo, “el alcalde volvió a cambiar de opinión” y desde entonces no cesa el “bloqueo administrativo” por parte del Concello, aseguran siempre según el relato de la familia.
En este sentido, explican que el regidor quiere cambiar la categorización del solar, rebajando su edificabilidad para que sea solar urbano “no consolidado” y así quedarse con el suelo y de paso con la vivienda. “El alcalde nos quiere asfixiar con la edificabilidad con la modificación de las Normas Subsidiarias, señalan.
Además, consideran que la permuta ofrecida por el gobierno local es “insultante”, al querer cambiar un terreno de 176 metros cuadrados en la Calle Pallal, cerca de Teniente Domínguez, por el solar de 1.175 metros cuadrados de la Torre Escuredo, por lo que rechazaron la oferta con un mensaje, “no nos levantamos de la mesa con malas formas como asegura el alcalde”.
La única vía para la familia con la que acabar esta lucha es la expropiación. Por lo que solicitaron al Jurado de Expropiación de Galicia que determinase el Justiprecio. Un tasador vilagarciano marcó unos 2,8 millones, pero “el Concello se opuso a una tasación independiente”, apuntan. Asimismo, continuó el “bloqueo administrativo” del Concello al no entregarles el certificado de edificabilidad del solar solicitado en 2021, por lo que tuvieron que recurrir al Defensor del Pueblo y finalmente, el pasado 1 de febrero del 2023 el gobierno local remitió el documento. Eso sí, fuera ya de plazo para llegar a la sesión del Jurado de Expropiación de Galicia. La sentencia está recurrida, por lo que están a la espera de la resolución del Tribunal de Xustiza de Galicia en la sección 3.
“Solo la justicia puede poner un poco de coherencia en este proceso”
Con todo, la familia, confirma sentirse con “desaliento”, pero esperanzados en que no salga adelante la tasación del Concello de 400.000 euros, y será la justicia la que dictamine y aceptarán la tasación técnica. “Los vecinos no saben lo que va a costar esta broma”, advierte la familia.
“Queremos que la expropien, perdimos la mejor casa de O Grove”, lamentan. Y es que después de 33 años de lucha, los Conde Escuredo desean terminar con este duro y largo proceso, para que la matriarca, Margarita Escuredo, que tiene ahora 100 años pueda descargar este peso que recae en sus hijos, quienes son su mejor herencia.