El arancel del 20% a los productos de la Unión Europea anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump cayó como una jarra de agua fría al sector vitivinícola arousano. Y es que la DO Rías Baixas exportó en 2024 cerca de tres millones de litros a este país, generando unos ingresos de 23,4 millones de euros. Un próspero negocio que los aranceles ponen en riesgo. Ante la situación, que afecta también a otros sector del tejido empresarial gallego, la Xunta de Galicia acordó con los Consellos Reguladores una nueva línea de préstamos flexibles, dotada con 50 millones, para aliviar las incertezas que afectan al sector.
Una medida excepcional que el presidente del Partido Popular de Galicia, Alfonso Rueda, puso en valor ayer desde la Bodega Paco & Lola, una de las más representación del la Denominación de Orixe al estar integrada por 430 familias viticultoras. “Esta adega é o reflexo do que Galicia pode ofrecer cando se fan as cousas ben”, subrayó Rueda, que recalcó que “Galicia non pode afrontar soa este reto”, por lo que apeló a la responsabilidad de las administraciones estatal y europea ante las amenazas arancelarias, a las que pidió mayor implicación para “defender a quen, como estas familias do Salnés, están facendo un traballo excepcional e non merecen verse prexudicadas por causas alleas”.
No dudó tampoco Rueda en ensalzar el esfuerzo del sector, que contribuyó de forma destacada a que Galicia alcanzada su récord de exportaciones en el año pasado: “O viño galego non só destaca pola súa calidade e volume de facturación, senón por proxectar unha imaxe excelente da nosa terra no mundo”, sentenció el presidente autonómico, que reafirmó que “imos estar ao carón das empresas, acompañándoas, asesorándoas e dándolles as ferramentas que precisan”.
En su visita a las instalaciones de la bodega meañesa, Rueda estuvo acompañado por alcaldes y representantes del PP de la comarca de O Salnés y del presidente del Partido Popular nacional, Alberto Núñez Feijóo, que conoció de primera mano la situación del sector: “A súa presenza aquí non é só un xesto, é unha mostra clara de compromiso coa nosa xente e co futuro do rural galego”, puso en valor Rueda.
Así pues, Feijóo se alineó con la visión del mandatario gallego y exigió al Gobierno que actúe y promueva un tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea que disminuya todos los aranceles. En esta línea, anunció que la formación registró ayer en el Congreso una proposición no de ley para que el Gobierno elabore un plan de competitividad de la economía española con “alivios fiscais”, ayude a las exportaciones y rebaje los precios de la energía.
De igual modo, defendió desde Meaño la creación de un fondo nacional para las empresas especialmente afectadas, que se nutra con los aranceles que se repliquen frente a los de Estados Unidos y concluyó que “esto non se soluciona con máis crédito e débeda”. Además, argumentó que España “debe pensar” en la competitividad de su economía, al tiempo que señaló a “esa falta de competitividade” como el “principal problema” de la economía del país, recordando que la renta per cápita en nuestro país ha disminuido con respecto al resto de países de la Unión Eeuropea en los últimos años; así como lamentó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “en vex de buscar solucións, busca o enfrontamento”.
El presidente popular, entre otros temas de política nacional, quiso también, tras ser preguntado por los periodistas durante su visita a Paco & Lola, dar la bienvenida al rey emérito, Juan Carlos I, a Sanxenxo para participar, al frente del Bribón, en una regata en la ría de Pontevedra. Así, Feijóo subrayó que le “agrada” su vuelta a Galicia y recordó que el municipio “é un dos seus lugares favoritos” y que desde Galicia siempre “lle damos a benvida”, apuntó, tanto él en circunstancias anteriores como el actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.