Salnés Racing celebró ayer en el polígono de Baión una concentración multimarca destinada a los amantes del mundo del motor en general, sin distinción, dando lugar a una variada estampa; uniendo desde propietarios de utilitarios hasta dueños de potentes modelos, guiados por una misma pasión.
Se trató de la tercera edición organizada por este grupo de jóvenes arousanos, pero la primera bajo el paraguas de esta asociación sin ánimo de lucro que acaban de constituir y cuya pretensión es demostrar que “no todos los que amamos el mundo del motor son unos locos. Somos gente a la que nos gusta la automoción y sí, enseñar nuestros coches y tenerlos lo mejor posible”, explicó su secretario, Miguel Vilar. Quieren hacer ver que se trata de “una afición como otra cualquiera y venimos a pasar el día en familia y a compartir experiencias, consejos, poder ver otros vehículos que te gustan...”, añadió.
El año pasado alcanzaron los 600 participantes, pero el ritmo de llegada que estaban registrando al mediodía les hacía preveer que superarían esta cifra con creces, pues ya habían entrado más de 200 vehículos y el evento era con entrada libre, sin inscripción previa. Había desde los más sencillos usados por las familias para el día a día hasta modelos AMG de Mercedes, RS de Ford, históricos, etc.
Vilar explicó que a la directiva de Salnés Racing le gustaría llegar a los mil automóviles y su pretensión es que el evento crezca hasta tener por lo menos dos días de celebración y ser una verdadera fiesta del motor, aunque lo cierto es que a la jornada de ayer no le faltó detalle. En el polígono se desplegaron foodtrucks para pasar el día y había una disco móvil, además sortearon todo tipo de regalos y se realizaron pruebas con premio incluido y por cuestiones como el sonido, el vehículo más antiguo, el más bajo, etc.