SANXENXO - El cuatripartito enmudece y permite al PP que agote sus intentos por hacerse con la Alcaldía

Las asambleas de SAL, Sanxenxo Pode y BNG refrendaban, entre la noche del martes y la de ayer, el acuerdo de un gobierno de coalición entre estas tres fuerzas y el PSOE, lo que fortalecía a sus portavoces para apuntalar un pacto que garantice la estabilidad en el gobierno de Sanxenxo.
Y en eso debieron de centrar ayer sus energías los diferentes portavoces, que optaron por analizar el resultado de los encuentros con sus militantes en lugar de desvelar detalles sobre el acuerdo. Coinciden en que tienen plazo hasta el sábado para cerrar los detalles que todavía están pendientes con calma.
Y es que la ruptura de las conversaciones entre SAL y PP, unilateralmente por los liberales, no solo desató una tormenta social, sino que puso en marcha el aparato organizativo del Partido Popular, que ayer utilizaba todos los medios a su alcance para invertir la situación.
Lo reconocía el propio Rafael Louzán, haciendo referencia a las posibilidades de un entendimiento entre el Partido Popular y Sanxenxo Agrupación Liberal, al que tratarán de llegar en las horas que restan para la investidura.
El presidente provincial trataba así de echar una mano a Telmo Martín para que pueda ser él quien recoja el bastón de mando, aludiendo a la importancia que tendría para Sanxenxo, “un municipio turístico de gran magnitude”, ser gobernado por el Partido Popular.
Y esos fueron los argumentos que ayer escucharon los concejales electos implicados en el futuro cuatripartito, que estas jornadas previas a la investidura está sufriendo ya algunas “pruebas de fuego”.
“Que tipo de acordo pode firmar SAL cos outros grupos que mellore o pacto que xa lle ofrecía Telmo Martín”. Este era uno de los argumentos más repetidos ayer porque quienes tratan de dar un golpe de timón en SAL y forzar a la formación a desdecirse de un cuatripartito y rendirse al Partido Popular.
Sin embargo, los cuatro ediles de SAL también comprobaban como muchos ciudadanos les animaban a liderar un cambio, a desprenderse de una etiqueta que desde su formación les sitúa como la “marca blanca” del Partido Popular.
No solo los ediles de SAL tuvieron ayer una jornada cargada de presiones.
El Partido Popular, con Telmo Martín al que le vale la opción de gobernar en minoría, trataba de tocar todos los palos posibles para hacer tambalear un acuerdo a cuatro bandas que, curiosamente, aireó el propio Martín tras recibir la llamada de Pita confirmándole la ruptura de las conversaciones entre SAL y PP.