El Titán III se ofertaba al menos desde 2016 para el transporte de grandes alijos

El Titán III se ofertaba al menos desde 2016 para el transporte de grandes alijos
Uno de los paquetes encontrados a bordo | ángel medina G. / efe

La cocaína y los cuatro arrestados en el buque que la transportaba ya están en tierra. El “Titán III”, el remolcador que traía unos 2.500 kilos de esta droga y que dio pie a la macrooperación de la pasada semana en la que también se detuvo a Manuel Charlín y a su hijo Melchor llegó ayer al puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Los investigadores creen que al menos desde el año 2016 venían ofertando el buque para el transporte marítimo de grandes alijos de estupefacientes.
Los cuatro tripulantes, dos españoles y dos senegaleses, fueron conducidos a prisión, tras la decisión tomada ya hace días por el juzgado instructor, que tomó declaración a estos detenidos a través de un teléfono satélite.
El seguimiento del “Titán III” por las fuerzas del orden se remonta un par de años atrás. La embarcación llamó la atención a finales de 2016. Entonces su nombre era “Zumaia II” y fue detectada inicialmente en Bilbao, arrancando una investigación conjunta entre la Guardia Civil y la Ertzaintza, bajo la dirección del Juzgado 4 de San Sebastián. Entonces ya se averiguaron los movimientos del barco, constatando que su “único objetivo era el transporte de grandes cantidades de droga”.
A Galicia
Desde Bilbao, el barco viajó a Galicia, donde recaló inicialmente en A Coruña y, luego, en Vigo. Fue entonces también detectado por la dirección adjunta de Vigilancia Aduanera, a mediados de 2017, quien a su vez inició una investigación sobre este remolcador, junto a la Guardia Civil y la Ertzaintza.
Desde esa fecha y hasta principios de este mes de agosto, cuando fue finalmente abordado, el barco siguió múltiples desplazamientos: Al sur peninsular, a Marruecos, a Libia, a Dakar y en mayo, nuevamente a Vigo, donde, al parecer, se fue en busca de potenciales narcotraficantes que requiriesen de sus servicios. Durante todo este periplo, el “Zumaia II” cambió su nombre a “Titán III”, “con la finalidad de dificultar su investigación”.
Los investigadores señalan que fue en este último atraque en Vigo cuando ofrece los servicios a la supuesta organización delictiva que ya estaba siendo seguida por la Policía Nacional, por lo que este último Cuerpo fue el que se encargó de la coordinación de los diferentes grupos de trabajo.
Cruce del Atlántico
Gracias a las pesquisas policiales se supo que el “Titán III” viajó hasta el otro lado del Atlántico, “una ruta bastante inusual para este tipo de embarcaciones”, apuntan las autoridades. Por ello, se sospechó inmediatamente que durante esta campaña se había aprovechado para cargar la droga a bordo. Fue así como se decidió montar el operativo de abordaje. Se desplazó al patrullero “Fulmar”, de Aduanas, localizando al remolcador, de 28 metros de eslora, cuando se encontraba navegando rumbo a Galicia.

Difícil abordaje
En la madrugada del pasado 7 de agosto se abordó el buque. Fue a unas 500 millas náuticas de Canarias, por parte de los GEO de la Policía Nacional, a bordo del “Fulmar”. La maniobra de abordaje fue especialmente difícil, debido al complicado estado de la mar en aquellas latitudes. A bordo se descubrieron numerosos fardos, que sumaban unas 2,5 toneladas de cocaína, además de los cuatro tripulantes detenidos, custodiados y en ruta con los agentes hasta el desembarco de ayer. l

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