La Xunta de Galicia obliga a reformular el plan para la construcción de un hotel-talaso en O Grove, en el tramo costero situado entre San Vicente do Mar y A Lanzada, tras la playa de Area da Cruz. Así se desprende del informe ambiental estratégico, publicado este miércoles en el DOG, en el que se aprecian incompatibilidades entre la propuesta inicial del promotor y los usos permitidos en el suelo. Por ello, en dicho informe se resuelve someter el proyecto al procedimiento de evaluación ambiental estratégica ordinaria, un trámite más largo que el que habría que seguir si se considerase adecuado el plan presentado.
De esta manera, el texto señala que se podrían producir afecciones significativas para el medio ambiente. En primer lugar, en el suelo rústico situado dentro del área de mejora ambiental y paisajística, el Plan de Ordenación do Litoral (POL) “cualifica de incompatible as novas construcións destinadas ao turismo no medio rural”. Por lo tanto, esta incompatibilidad “obriga a unha reformulación da proposta contemplada no borrador”.
Asimismo, el informe describe que el volumen de ocupación de las instalaciones proyectadas —para más de 500 personas— “vai supor un importante incremento das necesidades de auga para abastecemento e de depuración das augas residuais”. Según las indicaciones de los servicios técnicos municipales en verano la red de abastecimiento “presenta problemas de subministro na zona e a capacidade actual da EDAR de San Vicente non é suficiente para tratar os caudais de augas residuais que recibe”, con lo que se concluye que no están garantizados estos servicios.
Además, el promotor indica que la parcela cuenta con una instalación de agua de mar ya realizada y autorizada, pero “non se concretan as súas características nin se xunta copia desta”.
Por otra parte, se apunta que el complejo previsiblemente aumentará el tráfico rodado y la presencia de peatones en la zona, lo que “pode incidir negativamente na mobilidade, fundamentalmente no período estival”.
Así, se concluye que la propuesta “non resulta compatible co réxime de usos establecidos no POL” y que “os efectos ambientais previsibles poden ser significativos sobre a paisaxe, o ciclo hídrico e a mobilidade”.
Tras estas consideraciones, el promotor debe presentar una nueva propuesta final de su plan para el hotel-talaso en el que ha de inculir un estudio ambiental estratégico que debe contener una serie de elementos que garanticen la compatibilidad del proyecto con la legislación vigente en esta materia. De este modo, deberá contemplar las características de las zonas afectadas, los posibles problemas ambientales o los efectos significativos sobre el entorno, así como medidas preventivas, entre otras.
La propuesta inicial disponía un edificio de piscinas de talasoterapia, otro destinado al hotel, una zona de aparcamiento y otra de jardín, además de una parte de terreno natural en la que se mantendría el arbolado existente. La supericie total ocupada sería de 7.150 metros cuadrados, con 2.807 de ellos construídos.