ETA: cinismo, hipocresía e inmoralidad

Qué tranquilo me he quedado, qué enorme descanso, qué manera de recobrar la esperanza en la vida política cuando he escuchado decir a Patxi López, el socialista que fue lendakari gracias a los votos del PP, afirmar con rotundidad y con el convencimiento con que siempre habla, que “el PSOE se compromete a no pactar con EH Bildu en el País Vasco. En absoluto”. Un pronunciamiento tan claro elimina todas las dudas y las sospechas. Sobre todo, con los antecedentes que tenemos y después del impresentable pacto en el Ayuntamiento de Pamplona.


Dice Adela Cortina que “es mucho más fácil manejar la emoción que la razón. Para manejar la razón hacen falta argumentos”. Patxi López, como su jefe Pedro Sánchez distorsionan los hechos y manejan las emociones porque carecen de argumentos.


El PSOE y Bildu se han utilizado mutuamente porque es beneficioso para sus intereses partidistas avanzar en un pacto de gobierno y en otro municipal que, por un lado, descabalga a la derecha, “el enemigo público de España y del País Vasco”, según el PSOE y Bildu, y, por otro, da a los herederos de ETA un pasaporte ético y democrático que nunca han merecido.


Patxi López es el mismo que defiende que Bildu es “un partido democrático y progresista” y que “ETA ha desaparecido y es historia” -el franquismo, no, por supuesto-, que sus casi mil asesinatos y el exilio forzado por la extorsión y las amenazas de cientos de miles de ciudadanos vascos son “el pasado” y que están legitimados para ser socios del Gobierno de España. Y lo dice sin sonrojarse.


Ya veremos lo que pasa en las próximas elecciones en el País Vasco. Hoy por hoy es previsible que el PNV, las derecha-derecha vasca, gane por la mínima y que Bildu crezca porque se ha convertido en “un partido práctico” que disfraza su ideología, esconde de dónde viene y adónde va y ha encontrado un aliado increíble en el PSOE a cambio de los votos que Sánchez necesita para seguir en el poder.


Luego, PSOE y PP se disputarán el tercer puesto y los escaños que pueden mantener en el Gobierno al PNV o dárselo a los herederos de ETA. Lo previsible es que el PSOE, si consigue los votos necesarios, lo que es dudoso, prefiera seguir apostando por el PNV y negociar otras contrapartidas con Bildu. Bildu puede esperar porque sabe que Sánchez les necesita y que a corto plazo el PNV caerá. Y ya se han cobrado la primera pieza: el ayuntamiento de Pamplona.


Lo importante es el voto de los vascos. En un comentario sobre la película “La isla de las tentaciones”, Isabel Coixet comenta que al lado de Auschwitz había personas que vivían a todo lujo, ignorando el olor y el humo de los crematorios de miles de seres humanos. En el País Vasco hay personas, iguales que nosotros, que han sido víctimas. Otras han sido verdugos.


Otras, cómplices activos de éstos. Otras, muchas, demasiadas, cómplices pasivos de los verdugos. ¿Y no se preguntan nada?


ETA fue maldad pura. Y ahora, los herederos de algunos de los asesinados por ETA, les dan el poder y les hacen socios preferentes para gobernar en una España que ellos odian. Aunque sigan impulsando los homenajes a presos y miembros de ETA; aunque sus concejales, los de Pamplona, no han condenado la maldad y la corrupción de ETA; aunque algunos de los asesinos estuvieran aplaudiendo al nuevo alcalde de Pamplona; aunque los dirigentes de EH Bildu, Batasuna, Sortu, que tienen en sus filas a lo peor de la herencia de ETA, no quieran contribuir a cerrar la investigación de los crímenes de ETA.

ETA: cinismo, hipocresía e inmoralidad

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