Futbolistas ilustrados

Cuando el futbolista Diego Armando Maradona, el más grande de todos los tiempos, empezaba a llevar una vida poco adecuada para el ejercicio de la profesión y para su persona, su compatriota César Luis Menotti sentenció que “Maradona tiene el cerebro en el pie izquierdo”.

El caso del astro argentino es extrapolable a otros futbolistas, escasos de formación y obnubilados por la gloria momentánea, que descuidaron “el día después”, cuando la edad y las condiciones físicas les obligaron a dejar la práctica de su deporte y acabaron derrumbados y errantes, como acaban los ídolos caídos.

Pero en el proceloso mundo del fútbol también abunda la sensatez y la mayoría de los jugadores, conscientes de que practican una profesión con fecha de caducidad, compatibilizaron su fidelidad al deporte rey con la realización de estudios pensando en su retirada, cuando llegue la hora de abandonar la práctica del deporte y ganarse la vida desempeñando un oficio.

Fue muy sonado el caso de Martínez “Pirri” del Real Madrid, que llevaba a las concentraciones los libros de medicina, título que acabó consiguiendo. En Galicia el coruñés Carlos Pellicer que jugó en el Deportivo, Barcelona y Valencia, concluida su carrera deportiva ejerció de médico del Sergas en su ciudad, y Xaquín Álvarez Corbacho alternó la práctica del fútbol en el Celta y Santander con los estudios de economía y fue profesor en la Facultad de Económicas de la USC.

Traigo todo esto a colación a propósito del equipo de fútbol Bergantiños de Carballo en el que prácticamente toda la plantilla -18 de 20 jugadores- la componen “futbolistas ilustrados” que han completado estudios superiores o están en proceso de hacerlo. Un caso llamativo y paradigmático.

Estos “diestros y aventajados atletas”, de una media de 25 años de edad, pertenecen a una nueva generación de deportistas que tienen los pies en la hierba del rectángulo de juego y con la cabeza marcan los goles de su formación pensando en el porvenir. Mientras disfrutan de lo que más les gusta hacer, abren las puertas del futuro estudiando administración y dirección de empresas, economía, marketing, ingenierías, derecho o ciclos de Formación Profesional que les aportan conocimientos, destrezas y habilidades para esas profesiones, que algunos ya ejercen al haber concluido el ciclo de la formación reglada.

“Saber no ocupa lugar”, reza un viejo dicho, pero ocupa un tiempo que estos jugadores saben distribuir entre las clases o el trabajo por la mañana, el entrenamiento a primera hora de tarde y el estudio en sus casas después. Sacrificarse para aprovechar el tiempo es otra muestra de su inteligencia y un ejemplo para todos los jóvenes de su edad.


Futbolistas ilustrados

Te puede interesar