Sánchez, contra las calumnias y el odio

La historia nos demuestra que cuando un gobierno quiso hacer transformaciones sociales de interés general chocó con los que poseen privilegios. En esta ocasión le tocó a Sánchez. En ese marco es donde debemos situar el rechazo a Sánchez y a su gobierno por los privilegiados que la derecha defiende, y una minoría de nuevos privilegiados de la izquierda que se auparon en altos cargos públicos en democracia. 

Vergüenza ajena da ver algunos personajes que empezaron su carrera política en la extrema izquierda pasando por todos partidos y terminando en la extrema derecha. Siempre pensé que el poder tiende a derechizarse. El único que no cambió fue el Sr. Fraga que proclamó “todos tienen cabida en el PP”. Aznar nombró en su gobierno a excomunistas ministros/as, como Celia Villalobos, Piqué, Pilar del Castillo y otros. Ahora  PP-VOX en Valencia hicieron una ley de concordia que pone al mismo nivel a los golpistas de 1936 con los que dieron su vida en defensa de la democracia y el Estado de Derecho. No quieren la ley de memoria democrática aprobada por el Parlamento de España. Se armó un revuelo porque el presidente Sánchez pidió cinco días para reflexionar si valía la pena seguir, pero siguió en su puesto de trabajo en la Moncloa. La crispación política contra Sánchez le persigue desde que salió Secretario general del PSOE aumenta de presidente, pero la gota que colmó el vaso, seguramente fue la denuncia de ultraderecha que el juez admitió ipso facto a trámite con recortes de prensa sin más contra su mujer. Es verdad que las injusticias duelen más cuando le tocan a uno. Si analizamos con objetividad la carta, no dijo que dimitiría, sino que tomaría unos días de reflexión.


No cabe duda que Sánchez impactó abriendo un debate sobre los que usan la calumnia como arma política. Esto me recuerda el discurso del presidente Suárez cuando dimitió por acusaciones  parecidas. Sánchez con su original estrategia causó gran impacto en la opinión pública, porque la mayoría vio dimisión donde no la había. Hay que ver lo vulnerable que es la opinión pública publicada. Todos debemos admitir que en política no vale todo.  Sánchez provocó noticia en todo el mundo, hasta en los medios de EEUU que ignoran España.
La noticia movilizó las bases del PSOE por los furibundos ataques y apocalipsis anunciada por las derechas. La derecha ya estaba acariciando la idea de alcanzar el poder total, dado que ya gobierna en la mayoría de comunidades autónomas y ayuntamientos. Creen que es indigno que la izquierda gobierne y ellos tengan que estar en la oposición en el Parlamento, por eso cercenan en el Senado donde tienen mayoría absoluta así como en el Consejo G. del Poder Judicial bloqueado tras más de cinco años sin renovar .
Votaron en contra de todo lo que hizo este gobierno. Bloquean sin límites legales y morales todas las instituciones del Estado con sus ramificaciones judiciales y mediáticas subvencionadas con fondos públicos. Renovar la cúpula judicial es imprescindible para defender la democracia y el Estado de Derecho.
Primero, no hubo engaño del Presidente, sí expectativas.


Segundo, el país no quedó parado porque todas las administraciones, empresas y trabajadores estuvieron al pie del cañón. Los tertulianos tuvieron más actividad que nunca.
Por lo menos Sánchez lidera el PSOE, mientras que Feijóo , a diferencia de Fraga y Aznar, no. Lidera Ayuso y tres barones más.


Si alguien cree que la democracia consiste en insultar, ganarán los corruptos. La justicia tiene el deber de castigar la calumnia dejando de lado la politica.

Sánchez, contra las calumnias y el odio

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