No saben cuánto me gustaría que la derecha española se modernizara y fuera más prudente, respetuosa con sus contrincantes, como lo son sus socios europeos PPE. El PP no quiere pactar con otros, salvo con Vox. Siempre le echan la culpa a los demás cuando no quieren pactar la renovación de los órganos judiciales para mantener los jueces afines de cuando gobernaba Rajoy, a pesar de llevar más de tres años caducados incumpliendo la Constitución.
Hace 10 años que ETA ha dejado de matar porque la vencimos los demócratas, pero da la impresión de que el PP la echa de menos, siguiendo con la matraca de que existe ETA, en tergiversar las cosas en vez de centrarse en propuestas de interés general, que sin duda habrá cometido el gobierno.
El mismo día del debate en el Parlamento de la Memoria Democrática convoca por WhatsApp urgente a las asociaciones de víctimas del terrorismo, pero tal como dijo la hermana de Gregorio Ordoñez, que preside la asociación Covite, no asistió porque le pareció oportunismo político.
No quieren apoyar la subida de impuestos a las eléctricas, petroleras y los bancos que de seguro hacen las cuentas del gran capitán porque los órganos de control no controlan. Otros gobiernos de derechas de la UE han aprobado impuestos a estos grandes grupos para evitar la asfixia al consumidor, mientras ellos se están haciendo un enriquecimiento injusto.
No quieren votar a favor de nuevas ayudas para la gente que lo está pasando mal.
Acusan a Sánchez que llevó estas ayudas al Parlamento para beneficio y lucimiento personal. No se dan cuenta de que todo político quiere arrimar el ascua a su sardina, si no, ¿a qué va Feijoo a sentarse en la bancada del Parlamento sin ser diputado, que no puede abrir la boca por mucho que lo interpelen?.
El PP siempre que está en la oposición no hace más que poner palos en las ruedas a los gobiernos.
De verdad que es lamentable que el PP, alternativa de gobierno , se sienta arrastrada por postulados de la extrema derecha.
Muchos pensamos que la llegada de Feijóo por aclamación, centraría el partido para ser la alternativa de gobierno para defender los intereses generales, no para unos pocos como ya lo hizo cuando gobernó.
Los que estamos atentos al comportamiento de los políticos, podemos escuchar y ver lo poca que valen sus promesas, tanto escritas como habladas. Pero haciendo un simple análisis de sus promesas, nos encontramos que los que más fallan son los líderes del PP, cuando están en la oposición piden bajar los impuestos y al llegar al gobierno hacen lo contrario; no hay más que recordar a Rajoy que se olvidó y los rebajó a los más ricos, subiéndolos a los más necesitados. Aún podemos recordar la promesa que hizo Rajoy de que los 60 mil millones de euros para rescatar a los bancos serían devueltos al pueblo, cosa que no ocurrió.
Este artículo está basado en datos de sobra conocidos, yo solo los recuerdo. Me gustaría que hubiera una derecha que pusiera en apuros a gobiernos de izquierda para mejorar los intereses generales y cívicos como hacen sus homólogos europeos, que falta hace.