Vilanova, deuda que hipoteca el futuro

Una de las asignaturas pendientes de los actuales gobernantes vilanoveses es una gestión económica responsable. Ante el final de ciclo político que se avecina, hay que dar las gracias por lo bien hecho en tres décadas, pero también censurar esa “administración” contraria a los intereses generales, principalmente por la cúpula del gobierno municipal. Los datos económicos y financieros del Concello de Vilanova de Arousa son tan contundentes que no dejan lugar a dudas sobre la delicada situación del mismo.
 

Las últimas cifras oficiales del Ministerio de Hacienda y Función Pública indican que Vilanova continúa siendo, un año más, el municipio de la provincia de Pontevedra con la deuda por habitante más alta de los 61 concellos que la integran, ocupando también uno de los primeros puestos entre los 313 ayuntamientos gallegos. Y todo ello, para más inri, después de diez años sometidos a un plan de ajuste provocado por la mala gestión.
 

Con toda razón, un gran número de vecinos y vecinas se preguntan por el origen de esa enorme deuda teniendo en cuenta que la comparativa con otros concellos de nuestro entorno en cuanto a infraestructuras y, sobre todo, servicios dejan en muy mal lugar a los que dirigen.
 

Veamos solo algunos ejemplos. Se cumplen 25 años del anuncio de la construcción de un centro de talasoterapia. Un cuarto de siglo de una promesa a la que, periódicamente, se le añade “alguna novedad” coincidiendo siempre con vísperas electorales (en realidad un proyecto poco pensado que se iba a sufragar con fondos Next Generation hace meses y ahora es la iniciativa privada... algo inasumible objetivamente para una empresa...).El mismo tiempo en el que ha sido imposible construir una piscina como la que disfrutan, desde hace años, municipios del entorno con menor población. Una muestra más que evidente de la incapacidad para la gestión en grandes proyectos, de carácter estratégico, que supondrían un salto cualitativo en la calidad de vida y bienestar de los vecinos.
 

El fomento del deporte base debería ser una prioridad. La ingente y admirable labor de nuestros clubes de deporte base apenas se ve correspondida con unos escasos 20.000 euros anuales a repartir entre todos los clubes. Una mención en este punto a los esforzados directivos o a las madres y padres de los deportistas por su esfuerzo en ayudarles a la práctica de su actividad preferida. Valga el dato que municipios de los alrededores con la mitad o similar población, doblan o multiplican por cuatro las ayudas de Vilanova, las más bajas de la comarca.
 

En cuanto a la inversión en infraestructuras, Vilanova de Arousa destina únicamente 77.000 euros mientras concellos de la comarca con la mitad de población multiplican por seis o incluso nueve la partida presupuestaria vilanovesa. Ahí aparecen esas permanentes carencias, tan graves, en materia de saneamiento con los frecuentes vertidos e inundaciones. Datos estos que arrojan mucha luz sobre la precariedad de las arcas municipales a causa del gran endeudamiento. Por otra parte, no es posible establecer la comparación en materia de ayudas al estudio, material escolar o transporte de estudiantes porque en Vilanova de Arousa, simplemente, no existen. Llegados a este punto cabe preguntarse que si las casas de cultura de las parroquias están cerradas en muchas ocasiones, si el rural está abandonado, si la red wifi “gratuita” es un saco sin fondo que costó muchos millones y en una mayoría de sitios no funciona, si la piscina es una quimera y todo esto soportando las vecinas y vecinos una presión fiscal (impuestos y tasas) superior a la media comarcal, la pregunta se abre paso inexorablemente, ¿donde está el origen de la desmesurada deuda municipal?
 

Gobernar no es gastar sino administrar. Y adaptarse a los recursos escasos, practicando la contención y el ahorro. Con la forma de “administrar” de los responsables políticos actuales una familia estaría en la ruina o una empresa en quiebra. Más aún, un gerente o un consejero delegado de una empresa privada sería cesado fulminantemente. Dejamos en el aire una reflexión para que cada cual la conteste como considere. Si las arcas de Vilanova de Arousa que tiene la deuda per capita más elevada de la provincia pueden permitirse los gastos de gobierno más elevados per capita de los trescientos trece concellos galegos.
 

Un proyecto de cambio tranquilo tiene que llevar el sentidiño politico a la Casa de Todos para detener esta vorágine de gasto. Porque, nunca lo olvidemos, se trata del dinero de Todos, esos que son los verdaderos dueños del Ayuntamiento y que se merecen una administración a la altura de sus esfuerzos como contribuyentes. Porque la triste realidad es que Vilanova tiene el futuro hipotecado.

Vilanova, deuda que hipoteca el futuro

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