Amenazó el cielo con no tener que corear el ‘Ojalá que llueva’ de Juan Luis Guerra. Pero ni el agua pudo con una resaca que tiene sabor a mar, a mojito de Albariño y a una cerveza entre amigos. Eso y mucho más es el Atlantic, que llegó este año con una potente oferta a la playa de A Concha-Compostela. Una gama de colores musicales que incluían grupos para todos los tiempos y edades, como The Jesus and Mary Chain, que hicieron las delicias de los que ya hace mucho tiempo que no acuden a festivales.
Tras un potente inicio de viernes, la de ayer sábado fue la jornada central, con la música ya sonando desde el mediodía. Fue Quique González, ya todo un asiduo de la agenda musical de Vilagarcía y también de la comarca, el encargado de  llegar a los corazones con un sonido tranquilo, cargado de esos mensajes que se sienten al lado del mar. Un azul que inspira, de hecho, muchas de sus letras.
Pero además de cuidar a sus clásicos, el Atlantic se asegura el futuro de la música alternativa, con nombres como pablopablo, que siguió a González con una puesta en escena que no deja indiferente a nadie. 
 

El madrileño dio paso a la que ya es una de las caras imbatibles del Atlantic, Ana Fernández, más conocida como La Bien Querida, que hizo “morir de amor” a un público entregado a la fiesta.
 

Otro “atlantic” aterrizó pasados unos minutos de las seis de la tarde. Xoel López fue el encargado de ir abriendo la tarde, para dar a los asistentes “todo lo que merezcan”. Pero en el buen sentido. 

Hubo un encargado de que no faltara la música en ningún momento: Grande Osso, con ocho sesiones dj y mucha energía para dar.

El Atlantic Fest se despidió ayer de A Concha, pero su espíritu se traslada hoy al centro, con las actuaciones previstas en la Praza do Castro. Será a partir de la una de la tarde, con Bestia Bebé y, ya desde las 14:30 horas, el enérgico rhythm & blues de Tito Ramírez