Un fármaco reduce a los cinco años un 32 % el riesgo de recaída en cáncer de mama precoz

Un fármaco reduce a los cinco años un 32 % el riesgo de recaída en cáncer de mama precoz
En el ensayo clínico participaron más de 5.600 pacientes

Los nuevos resultados del estudio clínico de fase III monarchE han demostrado que el uso del fármaco abemaciclib (Verzenios) durante dos años en combinación con terapia endocrina reduce a los cinco años un 32 % el riesgo de recaída en pacientes de cáncer de mama en estados iniciales con alto riesgo de recaída.

 

Tras una media de seguimiento de cuatro años y medio, los datos presentados en el Congreso ESMO 2023, en Madrid, revelan una mejora del 7,6 % en la supervivencia libre de enfermedad invasiva, así como una reducción del riesgo de metástasis en un 32,5 % para los participantes que recibieron el medicamento junto a la terapia hormonal frente a quienes solo se les administró el tratamiento estándar.


En el ensayo clínico participaron más de 5.600 pacientes de 38 países con cáncer de mama con ganglios positivos en estadios iniciales con alto riesgo de recaída y con receptores hormonales positivos (HR+) y receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano negativo (HER2-), cuya representación alcanza el 70 % de los tumores de mama detectados en estadio precoz.

 

Pese a que el cáncer de mama hormonosensible es el más común, la oncóloga médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, Meritxell Bellet, ha explicado a EFE que abemaciclib “solo está indicado” para tratar aquellos tumores que tienen un riesgo elevado de recaída, los cuáles afectan a entre un “15 y un 20 %” de todos los pacientes.

 

Para este perfil de enfermos, el riesgo de recurrencia es de un 30 % a los cinco años y la mitad de las recaídas se producen tras los dos primeros años del tratamiento antitumoral.

 

Cuando suceden, la mayoría de estas recaídas se producen “a distancia”, es decir, con afectación metastásica a otros órganos del cuerpo, lo que produce una situación de “incurabilidad” en el paciente, motivo por el cuál Bellet considera que el principal reto para la comunidad médica es “evitar que reaparezca el tumor”.

 

Disponible en España desde 2019 para indicación metastásica, este inhibidor de ciclinas está financiado desde ahora por el Sistema Nacional de Salud (SNS) para el tratamiento adyuvante del cáncer de mama HR+ y HER2- en estadios iniciales con alto riesgo de recaída, según recoge el Ministerio de Sanidad.

 

Para la oncóloga médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia, Begoña Bermejo, el medicamento “ha dado un paso más” en la curación de mujeres con cáncer de mama con posibilidades de recaer “muy altas”.


También se ha referido a la “eficacia” del fármaco, administrado vía oral dos veces al día, más allá del periodo de tratamiento puesto que el beneficio en supervivencia tres años después “no solo se mantiene” sino que “se incrementa”.


María José Lallena, directora del centro I+D de Lilly, la compañía farmacéutica “líder a nivel global” en el descubrimiento de abemaciclib desde su centro de investigación ubicado en Alcobendas, ha hecho hincapié en que el perfil de seguridad del fármaco responde a las previsiones de la multinacional americana.


En su opinión, su desarrollo “ha cambiado el paradigma” en el abordaje de esta “devastadora enfermedad” y tiene una “intención curativa” para las pacientes con alto riesgo de recaída.


En base a las previsiones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), España cerrará el año con 35.000 nuevos casos de cáncer de mama, el segundo tipo más común tras los tumores de colon y recto. 

Un fármaco reduce a los cinco años un 32 % el riesgo de recaída en cáncer de mama precoz

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