Lidia Blanco, pediatra: “El virus respiratorio sincitial nos acompañará hasta bien entrada la primavera”

Lidia Blanco, pediatra: “El virus respiratorio sincitial nos acompañará hasta bien entrada la primavera”
La pediatra Lidia Blanco explica que la higiene es clave en la prevención | CEDIDA

A escasos diez días de la llegada de la primavera, y después de un invierno duro en los que la prevalencia de virus ha sido alta sobre todo entre los más pequeños, los especialistas ponen el foco en los catarros y las gastroenteritis. Una buena higiene y evitar el contacto estrecho con otras personas que presenten síntomas  son claves para la prevención de este tipo de cuadros. La pediatra coruñesa Lidia Blanco explica cómo sobrellevar estas infecciones que, a priori, no presentan especial gravedad.

 

-Se acerca la primavera, ¿qué virus proliferan especialmente en esta época del año?

-Con la llegada de la primavera y, por tanto, el aumento de las temperaturas, la prevalencia de algunos virus aumenta y con ello la probabilidad de que los niños se contagien también. De todos ellos, destacaremos por su mayor frecuencia a los rinovirus y norovirus. Los primeros son los causantes del resfriado común, con síntomas como mucosidad nasal, estornudos, tos seca, dolor de garganta, acompañados o no de fiebre. Se calcula que los rinovirus en primavera están más activos y pueden causar hasta el 40% de los resfriados. Al igual que a los rinovirus, también les gusta la temperatura más cálida a los norovirus causantes de gastroenteritis aguda (vómitos, diarrea, fiebre y/o dolor abdominal). Por otra parte, no podemos olvidarnos del VRS (virus respiratorio sincitial) causante de bronquiolitis aguda en los niños menores de dos años, que parece nos acompañará hasta bien entrada la primavera. 

 

-¿Se puede combatir de alguna forma o preparar a nuestros niños de cara a la primavera y sus virus?

-La prevención de estos virus, al igual que con otras enfermedades contagiosas, se basa en una buena higiene de manos y evitar el contacto estrecho con personas con síntomas respiratorios, como tos o estornudos. En cuanto a las medidas para prevenir la alergia ambiental, fundamentalmente a los pólenes, la SEICAP (Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica) recomienda que la persona alérgica conozca a qué plantas tiene alergia y saber su época de polinización, para así evitar en lo posible la exposición ambiental. Para esto son muy útiles los calendarios polínicos que proporcionan información acerca de cuándo se espera que haya pólen. Ante la aparición de los primeros síntomas se recomienda iniciar el tratamiento preventivo indicado por su pediatra o alergólogo.

 

- ¿Cómo detectar que un niño es alérgico?

- El diagnóstico de sospecha de alergia a pólenes se basa en la aparición de síntomas compatibles tras la exposición a este alérgeno y que ocurre en una estación concreta del año, sobre todo primavera. Esto se suele complicar, ya que la mayoría de los alérgicos a pólenes lo son también a otros alérgenos, como los ácaros, por lo que los síntomas se pueden hacer perennes. 

 

-¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más frecuentes son de rinovonjuntivitis (picor ocular y/o nasal, lagrimeo, estornudos, mucosidad y/o obstrucción nasal muy molestos) y asma (tos, pitido, dificultad para respirar). En caso de sospecha, será el pediatra de atención primaria quien indicará la realización de alguna prueba diagnóstica o iniciar algún tratamiento. Los casos que no responden a tratamiento médico o que se pueden beneficiar de inmunoterapia (vacuna de alergia) serán derivados a alergología y neumología.

Lidia Blanco, pediatra: “El virus respiratorio sincitial nos acompañará hasta bien entrada la primavera”

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