Solo 159 plazas de médicos de prisiones están cubiertas actualmente en España, pese a que el número total es de 481, según denunciaron hoy la Sociedad Española de Psiquiatría Legal (SEPL) y la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP).
En su ‘Libro Blanco sobre la atención sanitaria a las personas con trastornos mentales graves en los centros penitenciarios de España’, las dos organizaciones apuntaron a varios de los problemas que tienen los internos con trastorno mental en las prisiones españolas.
En España, se estima que entre cuatro y cinco de cada 100 internos tiene un trastorno mental grave, aunque la cifra podría ser “muy superior”, ya que casi el 50% de las personas internas valoradas en la consulta de Psiquiatría son diagnosticadas de un trastorno mental grave. Sin embargo, en 2020, la ratio media estimada de médicos penitenciarios en la administración Central se encontraba en 5,2 por cada 1.000 personas internas en España, muy por debajo de la ratio media europea, estimada por la Organización Mundial de la Salud en 8 por cada 1.000 internos.
“Además esta ratio tiende a disminuir, lo que se explica por una reducción del personal médico –por escasez de incentivos, envejecimiento de la plantilla y jubilación sin recambio generacional– comparativamente mayor al decrecimiento de la población penitenciaria que no llega a equilibrarse en el espacio de tiempo considerado”, indicó el presidente de la SESP, Joaquín Antón Basanta.
Para Alfredo Calcedo-Barba, expresidente de la SEPL, uno de los problemas de la falta de médicos es que “las plazas de los que se están marchando no se están cubriendo”. Por ejemplo, en 2022 se convocaron 80 plazas de médicos de prisiones, pero solo se cubrieron siete. Dentro de este número, hubo diez de Psiquiatría, pero solo se adjudicó una. “Es un problema muy serio, es una situación tremendamente preocupante”, censuró.
Esta falta de facultativos provocó que en el 61% de los centros penitenciarios esta atención esté prestada por especialistas vinculados a los servicios públicos con dedicación parcial variable de entre una vez a la semana y una vez al mes. Al hilo, el experto detalló cómo es la situación de los médicos de Primaria y psiquiatras de las prisiones, que, por ejemplo, “están peor pagados que en el Sistema Nacional de Salud”.
“Además, muchos profesionales con vocación emigran al extranjero. La mayoría de las prisiones no tiene psiquiatra, solo consultores a tiempo parcial que trabajan tres horas por semana. Por ello, los médicos de Primaria de prisiones se suelen ocupar de todo”, argumentó.
Calcedo-Barba también denunció que la “gran mayoría” de los internos con trastorno mental grave están en centros penitenciarios ordinarios y no en establecimientos sanitarios.
Además, los expertos señalaron que el modelo de cuidado de las personas inimputables o semi-imputables que deben cumplir sus condenas en los hospitales psiquiátricos penitenciarios de España “dista” del adoptado por algunos países europeos.