Emoción y devoción por la Virgen de los Milagros

Emoción y devoción por la Virgen de los Milagros
romería de los milagros de amil, en moraña (víspera)

El goteo de peregrinos y devotos de la Virgen de los Milagros fue incesante durante toda la semana en Amil, pero fue ayer cuando el número de fieles comenzó a multiplicarse y a contarse por miles. Y eso que Protección Civil  y la Policía Local estimaron una menor afluencia que en años anteriores, quizás por la concidiencia con otros festejos en Vilanova, la Guadalupe en Rianxo o el Nazareno en A Pobra.
La misa de la una fue una de las más concurridas en la víspera del día grande de la romería morañesa. La emoción estuvo a flor de piel. Hubo quien no pudo contener las lágrimas, mientras otros suguieron la ceremonia de rodillas. Las ofrendas a la santa “milagreira” fueron una constante y el colorido de los billetes cubría ya a mediodía buena parte del manto de la Virgen, en la que se ha convertido en una de las imágenes más tradicionales de la romería. Colas para entrar al Santuario, infinidad de velas y figuras de cera y, en definitiva, un fervor que muchos no dudaron en inmortarlizar con sus cámaras y teléfonos, tanto durante la misa como en la posterior procesión por el campo del Santuario y entre los puestos en los que otros romeros disfrutaban de una ración de pulpo o de churrasco.
Por la tarde, la mayor afluencia se concentró en la última misa, la de las ocho, generándose retenciones y dificultades para estacionar. “Algúns nin chegaron á misa. Esperaron todos á última misa e houbo atasco”, confirmaba la Policía Local. Y hoy habrá más y en mayores dosis. La afluencia de peregrinos y fieles adquirirá casi la categoría de avalancha desde primeras horas de la mañana. A las seis comenzarán los actos religiosos, que se repetirán cada hora hasta la misa solemne de las 13 que, seguida de procesión, será el momento más álgido. Por la tarde habrá ceremonias entre las cinco y las ocho.
Para velar por la seguridad, Protección Civil de Moraña tiene en marcha un operativo en el que ayer participaron once voluntarios, a los que se sumaron la Policía y Guardia Civil. El puesto de socorro está ubicado detrás del Santuario, donde también se localizan un vehículo de emergencias y una ambulancia. Ayer apenas hubo incidencias, más allá de los típicos mareos y heridas en los pies de algunos peregrinos. 

Emoción y devoción por la Virgen de los Milagros

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