Juan Manuel Rey se despidió esta mañana de la política tras 18 años como alcalde y 30 años en la Corporación. Lo hizo rodeado de compañeros del partido y vecinos, a los que agradeció su confianza para ser “o voso alcalde, unha licencia que me permitiu a vida”. Así, “tras un tempo preparando e imaxinando este día”, Rey, visiblemente emocionado —y aunque reconoció que “non é doado dicir adeus”—, puso punto y final a “uns 30 anos máxicos”, en los que la política “axudoume a encontrarme a min mesmo”.
Un adiós —tras 10.787 días siendo pieza clave en el funcionamiento de la política local y del Concello— que llega tras alcanzar los objetivos propuestos para este mandato. Así lo aseguró, en clave de humor, parafraseando el discurso de abril de 1939 en el que se puso fin a la Guerra Civil: “En el día de hoy desarmados y vencidas todas las trabas burocráticas, el grupo de gobierno considera alcanzados todos los objetivos políticos marcados para este mandato”. Ahora, explicó, “trátase de deseñar o futuro e para iso son precisos novos liderazgos”. En cualquier caso, indicó “quería ter a sensación de habelo dado todo” y “estou moi orgulloso do traballo feito”, sentenció.
En cuanto a los objetivos políticos conseguidos, el socialista señaló una decena de proyectos que ya están en marcha, “pero o que verdadeiramente me motivou a tomar esta decisión foi a confirmación de que haberá centro médico”. Una actuación con la que se pone la guinda al mandato, ya que tras una reunión el día 3 con la Consellería de Sanidade, se cerraron los trámites administrativos y la firma del convenio se antoja ya inminente.
En cuanto al resto de proyectos, Rey señaló que la villa está viviendo una “idade de ouro” a tenor de los datos socioeconómicos y la evolución demográfica. Así, anunció una futura ampliación del polígono de O Pousadoiro, que crecerá en unos 100.000 metros cuadrados en la zona de Godos y que beneficiará también de una forma importante al Concello de Vilagarcía. Asimismo, anunció que la semana pasada se consiguió la cesión definitiva de la Finca de Rabexe, diez hectáreas donde se abre la posibilidad de desarrollar nuevos equipamentos municipales o la presentación de un proyecto de urbanización para Campo da Torre (cuya inversión rondaría los 875.000 euros). De igual modo, Rey subrayó avances en otras áreas durante este año y medio de mandato, como la renovación de la Carballeira y el Xardín, que saldrá próximamente a licitación; la clausura del obradoio “Os Camiños do Camiño IV”, que no podrá repetir edición “pois a taxa de paro en Caldas é moi baixa”; las obras de ampliación del IES Aquis Celenis; el desarrollo de la parcelaria de Bemil; o los trabajos de reposición de arbolado en la Praza das Palmeras, cuya inauguración se celebrará el lunes.
Por otro lado, Rey avanzó que el borrador de la nueva variante, una demanda histórica y otra de las actuaciones prioritarias para el ejecutivo, “esta de camiño a Madrid para transformarse en documento oficial”. Una buena relación con el Gobierno central que también destacó con las obras de mejora del tramo de la N-640, cuyas obras arrancarán en primavera de 2025.
También tuvo tiempo Rey para recordar las espinas clavadas que le quedan tras dieciocho años como alcalde. La “máis grave”, las Pozas da Tafona. El regidor señaló los cuantiosos retrasos que afectan al proyecto, que a día de hoy aún no funciona: “Os que me coñecen saben que son vítima das miñas propias ilusións”, lamentó. Tampoco se olvidó del Mercantil, del que no se consiguió que sea hoy una instalación pública, ni del paseo Román López, donde no se consiguió retirar los vehículos, al no querer recurrir a la imposición masiva de multas, reconoció.
Con todo, su renuncia se hará oficial en el Pleno del próximo lunes, 23 de diciembre, y el edil Jacobo Pérez asumirá el cargo en una sesión extraordinaria, previsiblemente, el lunes 30 de este mes. Asimismo, también asumirá el acta de concejal que deja vacía Rey el socialista Luis Ares Galbán, número seis en la lista del PSOE para las municipales. Sobre su sucesor en la Alcaldía, Rey, que ironizó sobre que “non sei dar consellos”, animó a Pérez a que “traballe arreo, vai haber días moi bos e moi malos”, para lo que va a ser muy necesario tener “sentido do humor”. Asimismo, le aconsejó que deje las cuestiones ténicas para los expertos: “eles son os que saben”.
El futuro alcalde de Caldas de Reis, Jacobo Pérez, señaló que afronta esta nueva etapa con “ganas, ilusión e moito traballo por diante”. Así, se abre una segunda parte del mandato que vendrá “marcado pola continuidade” para concluir la serie de proyectos que están actualmente sobre la mesa o en proceso de licitación. Una sucesión que, indicó, se va a llevar “do xeito máis natural posible”. En cuanto a las relaciones con el BNG dentro del bipartito, Pérez reconoció que espera que no se vean alteradas por el cambio de regidor: “Dentro de calquera familia hai discrepancias e tensións, canto máis na política cando somos dous partidos distintos, pero ata o de agora estívose levando moi ben, temos que seguir traballando polo ben dos veciños”. Asimismo, aclaró que se mantendrán las competencias y las áreas marcadas al inicio del mandato, al estar fijadas en el acuerdo de gobierno firmado con los nacionalistas.