Aparecen los restos de una antigua instalación durante la humanización de Arcebispo Lago

Aparecen los restos de una antigua instalación durante  la humanización  de Arcebispo Lago
Vista de la canalización que apareció en Arcebispo Lago | gonzalo salgado

Los restos de una antigua canalizacion aparecieron durante los trabajos de peatonalización de Arcebispo Lago. Están localizados en la esquina en la que la calle se cruza con Brandariz.

Fue a media mañana cuando los trabajadores se encontraron con el hallazgo. En un primer momento, paralizaron los trabajos en la zona y abordaron la posibilidad de llamar a un arqueólogo, para que comprobase la antigüedad de la estructura, de la que por la mañana se podía ver una especie de murete de piedra que ahora ya se encuentra cubierto de tierra.

Fue el arquitecto redactor del proyecto el que se pasó por la zona, según confirmaron desde el Concello. El técnico de Ravella concluyó, al verla, que se trata de los restos de una instalación que formaba parte de una canalización o cañería.


Al tratarse de una zona que, como todo el barrio de O Castro y la zona de A Xunqueira, ambas añedañas, formaba parte de las marismas vilagarcianas, las conclusiones que sacan desde el Concello es que “se trata de una de las canalizaciones hechas cuando se desecó la zona para ayudar a drenar”.

Por este motivo, el Concello decidió dejar la tubería tal y como estaba para que “dadas las características del terreno, siga desempeñando su función”. Una medida que adoptaron en base a la visita hecha por el arquitecto redactor del proyecto. En otros casos similares, las administraciones optan por consultar con un arqueólogo.



Un plazo de seis meses



Las obras de humanización de Arcebispo Lago comenzaron a mediados de julio. Fueron adjudicadas, por 559.554 euros, a la empresa Prace Servicios y Obras, con un plazo de ejecución de seis meses, por lo que, salvo imprevistos, deberían estar listas a principios del próximo año.

La intervención sigue la estela de la realizada en la Praza de Galicia. De hecho, el proyecto fue diseñado por el mismo arquitecto, Mariano Vázquez. La intención es darle un cambio completo de fisonomía a una de las principales arterias del casco urbano, creando una gran manzana peatonal que unirá las principales calles comerciales con la de la Praza de Abastos.

La intervención, que cuenta con fondos de la Diputación de Pontevedra, afectará a una superficie de 2.400 metros cuadrados, lo que permitirá ganar 1.784 para uso del peatón.

El proyecto da continuidad al realizado en las inmediaciones, tanto en estética como en los materiales a utilizar. El tráfico se eliminará de la calle, salvo en los accesos a garajes y en los servicios de carga y descarga y el espacio se rediseñará para acoger las zonas de tránsito de peatones y las de descanso.


El proyecto busca, según destacaron en su día desde el Concello, dar protagonismo al agua, en referencia precisamente a las antiguas marismas que existían en la zona, para lo que se están poniendo en marcha láminas de agua. Una intervención con el hormigón como material predominante y en la que habrá árboles como el arce japonés. 

Aparecen los restos de una antigua instalación durante la humanización de Arcebispo Lago

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