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martes | 16 abril | 2024
La empresa carrocera Carsa –ubicada en el polígono de Bamio– ha anunciado la presentación de un nuevo ERTE de suspensión que afectará a toda la plantilla, tanto al personal de fábrica como al de administración. Los motivos que esgrime la firma –que tiene también otra factoría en Santiago– son los mismos con los que justificó el ERTE anunciado en el año 2020 y que se aplicó durante el 2021 y el presente 2022. La empresa apunta a una drástica bajada de la producción por no contar apenas con pedidos tanto por parte de la administración pública como de las firmas privadas. La situación es delicada para buena parte de la plantilla, dado que a muchos de los trabajadores –al encadenar ya varios expedientes de regulación de empleo en los últimos años– apenas les quedan meses de derecho a prestación por desempleo. De ahí que previsiblemente este será uno de los puntos más importantes en las negociaciones entre las dos partes.
El ERTE –como así confirmaba ayer mismo la propia Carsa Castrosúa– será para toda la plantilla tanto de Bamio como de Santiago. En el caso de la factoría ubicada en Vilagarcía los trabajadores afectados son más de 120 en total.
El expediente con toda la documentación fue presentado ayer por parte de la empresa a los representantes de los trabajadores y hoy mismo se celebrará la primera reunión de negociación.
La idea de la empresa es que el ERTE empiece a aplicarse a partir del 1 de enero una vez que culminen las reuniones de negociación obligadas por la legislación vigente.
Lo cierto es que la situación laboral de Carsa está en el punto de mira desde hace ya años. De hecho en noviembre de 2020 la empresa decidía prescindir de los trabajadores eventuales y ejecutar un total de 15 despidos. Una medida que fue aprobada en asamblea por la amplísima mayoría de los trabajadores que conforman la plantilla de la factoría de Bamio. En esa misma asamblea se acataba el ERTE que duró casi dos años y que afectaba –como el que se presenta ahora– a toda la plantilla.
Según los cálculos que se hacen desde la parte sindical los días que cada trabajador consumiría durante este tiempo de ERTE serían unos 150 aproximadamente. Algunos de ellos ya han pasado de los seis meses de paro gastado, por lo que la parte que ingresan del SEPE baja ya al 50 %. A otros les quedan apenas unos meses para liquidar todo el paro con el que cuentan.
Se abre ahora un período de negociaciones entre las partes con la mirada del comité puesta en intentar la menor afectación posible para la plantilla.
